Revolución ha transformado la sociedad y quebró sueños oligarcas
El ministro del Poder Popular para la Educación, Elías Jaua Milano, sostuvo que “nunca el fusil de la Revolución ha quedado en el suelo”, porque a pesar de las derrotas que ha ocasionado el imperio a las fuerzas populares y generaciones de líderes revolucionarios, ese sueño de la oligarquía se quedó solo en eso, porque los pueblos nunca se van a rendir.
Durante la transmisión del programa “Encuentro Popular” que transmite YVKE Mundial, Jaua recordó al luchador, Fabricio Ojeda y sostuvo que las revoluciones “siempre parirán líderes revolucionarios para continuar el camino lento, pero que va transformando poco a poco a la sociedad que la hacen auténticamente humana, siempre hacia adelante como nos dejó Chávez, unidos para la historia”.
Hizo referencia a la instalación de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la cual fue un sueño del comandante supremo y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez e impulso del ideal bolivariano.
“Allí estamos haciendo el esfuerzo por mantener la unión que logramos, en momentos que han vuelto gobiernos pro imperialistas, pero sabemos que la fuerza de los pueblos que están batallando no permitirán que América se fragmente”, afirmó.
Derecha en Venezuela
Durante la transmisión del programa “Encuentro Popular”, Jaua hizo alusión a la irresponsable tranca en la autopista Francisco Fajardo que mandó a realizar este pasado martes, el actual gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski y lo calificó como una “situación demencial y de locura, el pueblo no puede pagar los conflictos e intereses internos que hay dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y terminan generando políticas peligrosas”.
Sostuvo que en la Venezuela asediada y perseguida por el neoliberalismo, se continúa en el desarrollo de un sistema de protección a todos los adultos mayores que deban ser protegidas por el Estado, ademas de la aprobación de recursos de más de 40 mil docentes con una pedagogía para la liberación.
Finalmente, dijo que la Revolución se alimenta de la crítica y autocrítica permanente, “pero eso es necesario para desarrollar mejores políticas y por eso estamos abiertos a la discusión de los derechos constitucionales”.
