Silvio Rodríguez: El trovador de la Revolución cubana cumple 70 años
En busca de un sueño se acerca este joven. En busca de un sueño van generaciones. En busca de un sueño hermoso y rebelde. Así musitaba este verso, mientras transcurrían los días tras la búsqueda de un mítico unicornio y, en su lugar, fue hallado un trovador: Silvio Rodríguez.
De su biografía, el poeta y músico solo resaltan unos pocos elementos: "Trovador nacido en San Antonio de los Baños, Cuba, en 1946, hijo de Argelia y Dagoberto".
Pero hay muchos otros detalles de su trajinar dignos de sacar a la luz: que es uno de los fundadores de la Nueva Trova Cubana; que en 1976 fue enviado a África junto a otros músicos, guitarra en mano, para cantarle a las tropas cubanas y angoleñas que luchaban contra el apartheid; que sus letras han enseñado a generaciones de latinoamericanos que solo el amor consigue encender lo muerto.
Protagonista de sus propias historias, se reafirma ser un necio que morirá como ha vivido; y se declara enemigo acérrimo del conformismo y el oportunismo al sentenciar que con el oportunismo tengo un duelo, con las cabezas como el hierro viejo y, sin embargo, estoy amando y abro un trillo sobre el fango, para luego invitarnos a caminar junto a él en este viaje en la vida.
A propósito de su cumpleaños número 70, que celebramos hoy, el trovador concedió una entrevista a Ciudad CCS vía correo electrónico. El intercambio virtual tomó varias semanas, y cuando nos aproximábamos a pensar que habría pocas probabilidades de recibir una respuesta, de pronto Silvio se hizo presente con su palabra precisa y su verbo siempre entrañable.
En el diálogo –a distancia en lo geográfico pero cercano y caluroso en su contenido– el cumpleañero cuenta cómo y bajo qué circunstancias llegó por primera vez a Venezuela a mediados de los años setenta. También comenta sobre el recuerdo que atesora del Comandante Hugo Chávez. Más adelante habla de su experiencia al haber colaborado con Calle 13 en la grabación del tema Ojos color sol.
Cabe destacar que en los últimos cinco años, Rodríguez ha venido realizando la denominada Gira Interminable, tal como concibe la serie de conciertos realizados en los barrios menos favorecidos de La Habana.
El pasado viernes 18 de noviembre se realizó el concierto de barrio número 77, en el que estrenó un par de temas recientemente escritos. Allí mismo, fue homenajeado por la comunidad de silviófilos y segundaciteros (seguidores de su obra y blog), esparcidos por el mundo, con motivo de sus 70 años de vida.
SI TENGO UN HERMANO
—El pasado 15 de agosto se cumplieron doce años de su última visita a nuestro país. En aquel concierto se formó el dúo Silvio y Hugo. ¿Qué recuerdo conserva de aquel encuentro con el Comandante Hugo Chávez?
—Ni la imaginación más delirante podía prever que Hugo Chávez Frías se iba a subir al escenario aquella tarde, dándole vida extra a aquel concierto. Fue un gesto de mucha generosidad y confianza de su parte, que convirtió una cantada en uno de los recuerdos más insólitos y memorables, si no el más, de mi vida de músico.
—¿Cómo ve usted ese acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, tras décadas de inexistentes relaciones? ¿Será acaso una especie de Caballo de Troya para impactar desde adentro la Revolución Cubana?
—Geográficamente vivimos muy cerca, salvo por el viejo canal de las Bahamas, que nos separa 90 millas. Esa cercanía ha tenido muchos signos en nuestra historia. Esta otra, la de querer tenernos cerca para seducirnos "por las buenas", es un propósito manifiesto, no oculto, como solían ser los planes respecto a Cuba en el pasado. Yo veo positivo el acercamiento. Para empezar, lo creo inevitable por la cercanía geográfica y porque le conviene a ambos países, si nos tratamos como deben tratarse los vecinos. Sin dudas también mejora la imagen imperial, de cara a América Latina, pero a la vez ayuda a completar la aspiración de una región de paz (con dignidad). El acercamiento nos facilita la superación de hostilidades que sólo conducen a más hostilidades y a muchos sufrimientos de los pueblos. Obama empezó por reconocer que la resistencia de Cuba les había cambiado la política. Eso significa una victoria de la resistencia. Y que debemos aprender a convertir en victorias las nuevas circunstancias.
LLOVER SOBRE MOJADO
—La prensa internacional, como brazo político de las grandes corporaciones, busca desarticular a través del engaño y la manipulación el proceso de hermanamiento de los países latinoamericanos y caribeños (como la Celac, ALBA, entre otros). En los años ochenta, usted señalaba que, "reviso pues la fecha de la prensa, me pareció que ayer decía lo mismo". En la actualidad, ¿qué observa en los medios de información?
—Los medios de información del mundo no son lo que deberían ser. ¿Qué mayor prueba que el triunfo de Trump, cuando toda la prensa daba por ganadora a la Clinton? La prensa en general es voluntarista, ideologizante, suele estar al servicio de los que gobiernan, casi nunca responde a su cabal razón de ser. La prensa es cómplice de los mayores problemas del mundo. Habrá que tener mucho valor para poner la prensa en su lugar, y no menos valor para también reconocer cuando ya lo está.
ME ACOSA EL CARAPÁLIDA
—En el escenario político internacional, cada vez más se observa una mayor injerencia del Gobierno de Estados Unidos en los países latinoamericanos cuyos gobiernos progresistas se han visto amenazados. ¿Cree que estemos en presencia de un nuevo Plan Cóndor?
—Eso es algo que afirman algunos. Creo que es una analogía con aquella política de la guerra fría, pero yo no puedo saber hasta qué punto es idéntico. Lo que sí sé es que el imperio no puede evitar portarse como lo que es, y no como a sus víctimas nos gustaría.
Por lo que a nosotros nos corresponde defendernos y no portarnos como al imperio le gustaría.
SE CUENTA DE TI
—Luego de haber escuchado la más reciente producción Amoríos y degustar el formato jazzístico con que fueron concebidos los 14 temas que lo componen, ¿qué planes a futuro existen con un nuevo material discográfico?
—Tengo entre manos dos discos que no salieron cuando debieron: uno con Afrocuba y otro con Diákara. Tengo un disco casi terminado con Trovarroco. Y tengo un disco bastante avanzado sólo a guitarra y voz.
Tengo que encontrar más tiempo para terminar como es debido todo eso.
CANCIÓN EN HARAPOS
—Luego de las experiencias tanto en Lugano (Argentina), como en Vallecas (España), ¿considera factible realizar un concierto en los barrios latinoamericanos?, lugares que por tantas razones han sufrido de exclusión, elemento que contribuye directa o indirectamente con la violencia, carencia de amor y otros valores humanos.
—La verdad es que siento que me queda mucho por hacer en Cuba, también en este sentido. Los conciertos de Lugano y Vallecas fueron posibles porque antes hice giras por Argentina y por España. En Lugano fue porque la entonces ministra de Cultura, Teresa Parodi, lo propició. En Vallecas, porque nos pusimos de acuerdo tres o cuatro trovadores. Los conciertos en los barrios latinoamericanos debieran emprenderlo los músicos y artistas de cada país, presumo que con la ayuda de instituciones apropiadas. Conozco a muchos de todas partes que no quieren la violencia, que pretenden sembrar amor y que creen en los mejores valores humanos. De hecho cantar en las calles es una práctica ancestral.
EN UNA NUBE VIAJERA
—Durante los años setenta, en alguna ocasión, escribió un verso, Te mando desde Moscú, mi amor hasta Venezuela. ¿Hay posibilidades de una visita suya y los músicos que le acompañan a Venezuela, a cantarle a nuestro pueblo?
—Guardo muy buenos recuerdos de Venezuela. Llegué por primera vez en 1974, con Noel Nicola y por accidente, porque nos acababan de botar de un país (República Dominicana) y para el único lugar hacia donde salía un avión era para Caracas. Después fui muchas veces con otros compañeros y canté en diversos lugares, siempre llenos pero sin demasiado alboroto. Recuerdo que incluso una vez fui a hacer un concierto de barrio en Caracas, –en Baruta, para más señas–, para inaugurar una placita llamada Alfredo Sadel (en octubre de 1991). Las últimas veces que estuve siempre fue apoyando a Chávez, pero no es imposible que vuelva algún día.
¿QUÉ COSA FUERA LA MAZA SIN CANTERA?
—En Latinoamérica, el canto de lucha, compromiso y libertad siempre ha tenido su lugar importante en universidades, fábricas, campos. Con el auge de la música electrónica y de otros géneros musicales (tales como el reguetón), ¿cómo observa el papel del joven trovador de esta época, de esta generación?, tomando en cuenta que el mensaje de sus textos tiene que batallar con el monstruo de la industria musical.
—Siempre ha existido "el monstruo de la industria musical", a veces más monstruoso que otras, pero siempre. Cantar sólo con guitarra siempre ha sido un reto. Pero hay quienes lo han sorteado con mucho poder de seducción, con gran autenticidad. Latinoamérica ha sido ejemplar en ese sentido. Pienso en Violeta, en los Parra, en Yupanqui, en Alí Primera, en los Mejía Godoy, en muchos más… El destino de la música sólo como mercado es triste, pero, ¿qué se harían los músicos si no hubiera, aunque fuera un mínimo mercado? Monstruos aparte, por supuesto.
IBA SILBANDO MI TRINO
—¿Cómo fue la experiencia de haber colaborado con Calle 13 en el tema Ojos color sol?
—Muy edificante, son muchachos muy talentosos. Estuvimos dándole vueltas a esa idea durante casi un año. Quedó bien porque trabajamos mucho.
LOS ÚLTIMOS SUCESOS EN LA POESÍA
—Bob Dylan fue galardonado con el Nobel de Literatura, hecho que generó diversas opiniones dentro y fuera del mundo literario. También hubo comentarios acerca de si se lo han otorgado al norteamericano, también usted merecería el premio ¿Qué opina al respecto?
—Antes que nada, creo que el Dylan escritor merece cualquier premio literario. Respecto a mí, hace años recibí en mi patria un reconocimiento que no me esperaba: el Premio Nacional de la Música. Yo considero que el que pida más es un goloso.
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El extraordinario Fidel
Con motivo del sensible fallecimiento de Fidel Castro, el poeta escribió en su blog que el comandante fue "uno de los seres humanos más extraordinarios de todos los tiempos", quien el 25 de noviembre de 1956 zarpó en el yate Granma para iniciar la Revolución. A propósito de su cumpleaños 90, el pasado 13 de agosto, Silvio recordaba que el líder cubano lo visitó sorpresivamente en su casa el 25 de noviembre de 1996, días antes de que el músico cumpliera 50 y escribió: "Recuerdo que me preguntó cómo me sentía y le contesté que un poco raro, que no acababa de acostumbrarme a la idea de los 50. Entonces me puso una mano en el hombro y me soltó: "Deja que cumplas 70 para que veas lo que es raro".
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Biografía Mínima
Nace el 29 de noviembre de 1946, en San Antonio de los Baños, Cuba. En 1962 se inició en el semanario Mella. Allí compuso su primera canción: El rock de los fantasmas. En 1968 compartió con Noel Nicola, Pablo Milanés, Martín Rojas, Eduardo Ramos y Vicente Feliú el concierto fundacional de la Nueva Trova, de la que fue uno de sus guías. Fue uno de los fundadores del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, que se especializó en la banda sonora del cine. En 1974 comenzó a grabar su primer disco en solitario, Días y flores. En 1993 fue elegido diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, de la que se retiró en 2008. En 1997 fue nombrado Artista Unesco por la Paz. En 2004 recibió el Premio Nacional de Música; en 2006 el Premio Latino por toda una vida.
Video fuente: Mario González Ortega