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Revelan que finca del colombiano Álvaro Uribe Vélez fue un campo de exterminio

La ganadería de toros de lidia , Finca La Carolina ubicada en el departamento de Antioquia, Colombia propiedad del senador y expresidente del vecino país, Álvaro Uribe Vélez, fue usada como campo de exterminio por el grupo paramilitar Los 12 Apóstoles.

Así lo revela un escrito de acusación de 206 páginas que reposa en la Fiscalía colombiana contra Santiago Uribe, hermano de Álvaro, y quien fue uno de los organizadores del referido grupo paramilitar al que se le imputan unos 533 asesinatos.

“Se menciona que el 16 de julio en la finca La Carolina, de propiedad del senador Álvaro Uribe Vélez, un grupo de hombres fuertemente armados que prestan vigilancia a este predio le dieron muerte a Manuel Vicente Varelas, quien habría recibido siete disparos en la cabeza, cara, cuello y hombros”, cita textualmente la Fiscalía en el documento al que tuvo acceso El Heraldo.

La cita guarda relación con el relato de un testigo clave a quien la Fiscalía llamó a juicio por los delitos de concierto para delinquir agravado, por el homicidio de Camilo Barrientos Durán, conductor de un autobús.

Se trata de Eunicio Pineda, un campesino que trabajaba en una finca de Yarumal (Antioquia), y quien huyó del lugar al sentirse amenazado de muerte.

Pineda, tres meses después, decidió regresar con la esperanza de que las cosas ya estaban en calma, pero se percató de que había tomado una mala decisión cuando varios hombres lo bajaron a la fuerza del bus en el que viajaba para proceder a torturarlo y de lo cual escapó a duras penas.

 

Limpieza social 

Bajo la modalidad de limpieza social, el grupo Los 12 Apóstoles se creó en Antioquia a comienzos de la década de los 90. Según las autoridades, este bando paramilitar estuvo presuntamente conformado por comerciantes y ganaderos.

En dicho decenio habrían matado a unas 30 personas en el municipio de Yarumal (Antioquia), zona en la que se encargaban de desaparecer a guerrilleros, extorsionistas, ladrones, secuestradores, y cualquier otro tipo de personas consideradas indeseable por la referida organización.

La captura de Santiago Uribe Vélez el pasado 29 de febrero fue ordenada por un fiscal delegado del departamento de Antioquia y comenzó a gestarse en mayo de 2010, cuando el mayor Juan Carlos Meneses Quintero, rindió un testimonio en el cual acusaba a Santiago de haber “creado y mantenido” la mencionada estructura paramilitar.

Meneses atestiguó que el grupo tenía como centro de operaciones la finca La Carolina. “Se dedicaban a asesinar a pequeños delincuentes, drogadictos y supuestos auxiliadores de la guerrilla”, relató el oficial.

A Santiago Uribe la Fiscalía lo señala de haber tenido participación y conocimiento en el crimen de Camilo Barrientos, el mencionado conductor de autobús.

Además de Pineda y Meneses la Fiscalía tiene otros dos testigos en contra de Uribe: Eunucio Alfonso Pineda Luján y Alexander de Jesús Amaya.

 

El relato de Meneses 

El testimonio del mayor Meneses quedó compilado en el libro El Clan de los 12 Apóstoles de la periodista Olga Behar, en el que el oficial asegura haber conocido el vínculo de Santiago Uribe con los grupos paramilitares.

En una de las visitas refiere además que conoció, de mano del mismo Santiago Uribe, una zona de la finca La Carolina “en la que se entrenaban los muchachos”.

Aquí un aparte del testimonio de Meneses incluido en el libro: “Me vi varias veces con Santiago Uribe allí en su hacienda. Los dos primeros encuentros fueron reuniones más bien formales, que se realizaron en la sala de la finca. En la tercera ocasión, Santiago es muy cordial. Me invita a conocerla porque, dice, que le he colaborado mucho. Lo primero que me muestra son unos radios de comunicación, unos radios portátiles y otros con bases. Me dice: ‘Esto es para comunicarme con los grupos míos’.

Y en la misma hacienda La Carolina me muestra una plaza de toros, de esos de toros de lidia, de toros miura, ahí es donde los preparan para las corridas de toros.

Lo que me sorprende es cuando bordeamos la plaza de toros; detrás de ella me muestra una pista de entrenamiento para paramilitares, de las mismas que usa el Ejército, de esas que conocemos los soldados y policías que tienen diferentes tipos de obstáculos, la escalera, la telaraña. Él me dice: ‘Mira, aquí es donde entreno a mis muchachos’.

Allí era donde entrenaban físicamente a los que después participaban en las acciones ordenadas por Santiago Uribe. Yo estaba aterrado, impactado, porque mientras íbamos caminando por los terrenos, muy bonitos y bien cuidados, me decía que políticamente él estaba muy bien conectado, tanto así que su hermano, que había sido senador, tenía segura la Gobernación de Antioquia.

Me decía que tenía el apoyo de todo el mundo y yo entonces pensaba: Esto está orquestado con todo el Gobierno, está amparado con los altos mandos militares”.

 

Policía fue cómplice 

El caso salpicó también a la policía local. Según señaló el Consejo de Estado, Los 12 Apóstoles fueron organizados por un alcalde de Yarumal, el comandante de la Policía del municipio, el párroco y algunos comerciantes.

Ya en una sentencia de 2012, el Consejo de Estado explicó que las actuaciones “no solo fueron toleradas por integrantes de la Fuerza Pública sino que algunos de sus miembros hicieron parte de él sembrando la muerte y el terror en el municipio de Yarumal”.

Entre sus víctimas hubo indigentes, ladrones y personas humildes que invadieron terrenos para levantar sus viviendas.

 

Algunas de ls víctimas 

A este bando paramilitar se le responsabiliza del asesinato, entre agosto y septiembre de 1993, de al menos Luis Armando Holguín Jurado, Óscar Hernán Upegui Saldarriaga y Ovidio Adolfo Ardila Elorza, en Yarumal.

A Holguín Jurado varios hombres lo mataron a disparos en el interior de su vivienda el 12 de agosto de ese año; a Upegui Saldarriaga, el 7 de septiembre; y a Ardila Elorza, el 29 de septiembre.

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