Al menos 37 muertos y más de 100 desaparecidos deja terremoto en Italia
Testimonios de sobrevivientes del sismo confirman la severidad de este movimiento telúrico que afectó el centro de Italia
Un fuerte terremoto sacudió en la madrugada de este miércoles el centro de Italia, con un saldo preeliminar de 37 muertos y más de un centenar de desaparecidos.
Incontables destrozos, derrumbes y personas atrapadas bajos los escombros son las consecuencias de este sismo e magnitud 6.2, que afectó principalmente a las localidades de Perugia, Accumoli, Pescara, Norcia y Amatrice.
Las redes sociales y los medios de comunicación se hacen eco de declaraciones de testigos de esta catástrofe.
El número de muertos aumenta mientras amanece en centro #italia que refleja la magnitud del #terremoto pic.twitter.com/SETyJFkERY
— Sergio Rodrigo (@SRodrigoteleSUR) 24 de agosto de 2016
Como una bomba
"¡Corred, corred, todos fuera!". Estas son las primeras palabras que escuchó Paola Mancini tras el fuerte temblor. La mujer, de 79 años, se encontraba ingresada en el hospital Grifoni cuando, tras la sacudida del suelo, una enfermera comenzó a gritar apremiando a los internos a salir cuanto antes a la calle. "Estábamos dos personas en la habitación de Urgencias. Nos levantamos y empezamos a correr como pudimos. Al instante estamos en el pasillo, donde nos encontramos a un médico que nos tranquiliza como puede", afirma la anciana de 79 años al periódico italiano Corriere della Sera..
Paola Mancini ingresó en el centro hospitalario el martes y esta mañana se encontraba en la calle junto al resto de 14 ingresados en el hospital. "Ha sido una sacudida larga y terrible. Hemos tenido miedo, nos hemos quedado paralizados por el terror", continúa. "Ha habido momentos de pánico, pero los enfermeros han sido muy profesionales y nos han hecho alinearnos rápido en la calle".
Mancini afirma que una vez en la calle se ha dado cuenta del drama en el que se encontraban. "Cuando ha llegado la primera ambulancia, sobre la camilla iba un hombre cubierto de sangre. No lo he reconocido, pero sé que era habitante de la localidad. No paraba de llorar y repetir: "Mi mujer ha muerto, mi mujer ha muerto porque nuestra casa se ha derrumbado".