Senado de Brasil aprobó continuidad de juicio político contra Rousseff
El Senado de Brasil aprobó, la madrugada de este miércoles, la continuidad del juicio político contra Dilma Rousseff, luego de aceptar la acusación sobre irregularidades fiscales en el presupuesto de 2015, hechos en los que se pretende involucrar a la Mandataria.
Mientras se realizaba la sesión, cuyo resultado fue 51 votos a favor y 21 en contra, en varias ciudades de Brasil se efectuaron manifestaciones de grupos de izquierda contra el Gobierno de Michel Temer, refiere el sitio web de Telesur.
También en rechazo a esta decisión, parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT) anunciaron que recurrirán a la comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigir la suspensión del juicio.
El abogado defensor de Rousseff, José Eduardo Cardozo, comentó que con esto se busca aplicar el parlamentarismo para retirar a una Presidenta electa.
"Los peritos dijeron que la Presidenta no cometió este acto que se realizó en todos los mandatos anteriores. Este no es un juicio técnico porque no hay pruebas. El relator actuó como en la Inquisición, actuó como Torquemada, creando situaciones que no son de las pruebas", dijo el abogado.
Por su parte, el vicepresidente del Senado, Tiao Viana, quien es miembro del PT, comentó que se trata de un golpe contra quienes no reconocen los avances de la nación suramericana tras la gestión de Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Juicio durante Olímpicos
La decisión de continuar el juicio a Rousseff se tomó en medio de la realización de los Juegos Olímpicos Río 2016, cuyo evento histórico se ha visto marcado por la situación política del país.
Acciones de calle se mantienen en Brasil para mostrar al mundo tanto descontento por las medidas de Temer, aun cuando esto había sido prohibido por el Comité de Río 2016.
Sin embargo, este martes un juez federal ordenó derogar la prohibición de las manifestaciones pacíficas en las instalaciones de los juegos, reseña una nota del portal Notimérica.
Fue el 12 de mayo pasado cuando Dilma Rousseff fue suspendida de su cargo por la Cámara Alta brasileña, mientras estudian supuestas irregularidades en el manejo de los presupuestos por contratar créditos para el Gobierno con la banca pública y emitir decretos que alteraban los gastos.
Ese mismo día, Michel Temer pasó a ser el Presidente interino de Brasil y, desde entonces, lleva adelante una agenda neoliberal que se aleja del plan de Gobierno de Rousseff. Entre sus medidas está cambiar el sistema de pensiones y reducir la inversión social, aspectos priorizados durante el mandato de Rousseff.