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Dilma recibió masivo espaldarazo de brasileños

En nueve estados de Brasil se realizaron movilizaciones, entre ellos, Pernambuco, Paraná, Ceará, Alagoas, São Paulo, Bahía, Maranhão, Rio de Janeiro y Brasilia.

Decenas de miles de brasileños marcharon el jueves en cerca de nueve ciudades de este país para defender de la democracia, a propósito de conmemorarse los 52 años del inicio de la última dictadura militar y en rechazo de los intentos de golpe contra el Gobierno de la actual mandataria Dilma Rousseff.

En nueve estados de Brasil se realizaron movilizaciones, entre ellos, Pernambuco, Paraná, Ceará, Alagoas, São Paulo, Bahía, Maranhão, Rio de Janeiro y Brasilia.

"Hay fascistas en el Congreso. No al golpe de Estado" y "La oposición quiere retirar a Dilma [Rousseff] del poder para acabar con el Gobierno del pueblo", fueron algunas de las consigas que se leyeron en los carteles de quienes manifestaron este jueves.

En Rio de Janeiro alrededor de 100 mil brasileños atendieron la convocatoria.

En São Paulo denunciaron que el juicio político contra la mandataria representa un golpe en su contra.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva saludó a los manifestantes que se encontraban concentrados en Brasil el jueves y aseguró que con estas actividades se "está mostrando los valores de la democracia".

Añadió que la destitución de Dilma Rousseff carece de base legal y señaló que quienes apoyan a su Gobierno son "los que creen en la democracia y la defienden con el cuerpo y el alma en las calles, en las escuelas, en el trabajo, en las redes sociales, en las iglesias".

En otros países también hubo concentraciones de brasileños en favor de la democracia brasileña este jueves, entre ellos en Alemania, Francia, España y Uruguay.

Asimismo, el jueves el Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil votó a favor del envío de la investigación contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a la Corte Suprema, de manera que el juez Sergio Moro se hará cargo nuevamente del caso.

En la plenaria del STF también será definido si Lula podrá ejercer sus funciones como ministro de Casa Civil (Jefe de Gobierno).

El Congreso y la derecha de Brasil pusieron en marcha un plan para difamar al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y desprestigiar los logros alcanzados en beneficio del pueblo, mediante intentos de enjuiciar a la jefa de Estado por el caso de corrupción en la estatal Petrobras.

Por ahora, el Congreso evalúa destituirla y, en caso de que la acusación a Rousseff proceda, estiman separarla por 180 días de sus funciones mientras investigan.

El exmandataio Luiz Inácio Lula da Silva, por su parte, también es investigado por el caso. El 4 de marzo fue detenido de manera arbitraria por unos 200 efectivos de la Policía Federal de Brasil que allanaron su casa.

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