Colombia: Instan a establecer nueva agenda para diálogos de paz
El politólogo consideró que la prolongación de las conversaciones más allá del tiempo estimado no perjudicará su desenlace e instó a trazar prioridades
El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, llamó al Gobierno colombiano y a las FARC-EP a perfilar una hoja de ruta para lo que resta de diálogos en Cuba, encaminados a terminar la guerra interna.
El politólogo consideró que la prolongación de las conversaciones más allá del tiempo estimado no perjudicará su desenlace e instó a trazar prioridades, luego de la reanudación de los ciclos de encuentros entre ambas partes, prevista para la primera semana de abril, reseñaron este lunes televisoras locales.
Desde 2012, representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) conversan en la capital cubana con el objetivo de hallar una salida concertada a la confrontación bélica, la cual dura más de medio siglo.
Aunque las dos delegaciones apostaron a la fecha del pasado día 23 de marzo para concluir de manera satisfactoria dichas gestiones, los desacuerdos sobre temas decisivos obligaron a ambos equipos a posponer la firma de un tratado pacificador.
Lo importante ahora es trabajar con intensidad con el propósito de encontrar soluciones a las cuestiones restantes, insistió el comandante guerrillero Pablo Catatumbo, entrevistado por el canal Cable Noticias.
Poco antes, desde la Casa de Nariño el presidente Juan Manuel Santos condicionó el lunes los avances de dicho proceso de paz al establecimiento de una fecha exacta para el desarme de los insurgentes, uno de los puntos más controversiales de las reuniones, y añadió que sólo después de ese paso podrán hacer política y circular por el territorio nacional.
En declaraciones a la revista Semana, el vocero de esa agrupación rebelde Carlos Antonio Lozada reiteró la disposición de los miembros de las FARC-EP para abandonar las armas.
"Nadie puede creer que después de consensuado un mecanismo de monitoreo y verificación vamos a jugar con eso, la propuesta nuestra es seria y consistente y no pueden quedar dudas de que vamos a dejar hasta el último fusil", manifestó Lozada citado por el semanario.
De acuerdo con dicha proposición -agregó- sería un procedimiento escalonado o por etapas: primero la destrucción del material explosivo, después quedaría guardado y custodiado el armamento de apoyo y uso colectivo como ametralladoras y en un tercer momento ocurriría la dejación paulatina o por grupos de las armas de defensa individual.
Los miembros de las FARC-EP demandan al Estado que reconozca el fenómeno del paramilitarismo como acción imprescindible para proceder a su erradicación.
Según esa guerrilla, congresistas y defensores de derechos humanos la proliferación de bandas paramilitares en varias regiones del país constituye la principal amenaza para garantizar un escenario de distensión y la seguridad de los futuros desmovilizados.
Los colombianos recuerdan aún el genocidio perpetrado contra los integrantes del partido Unión Patriótica (UP) surgido en 1984 como resultado de negociaciones entre el entonces gobernante Belisario Betancur y las FARC-EP.
A partir de entonces la UP perdió a unos cinco mil de sus militantes, en su mayoría exterminados, mientras centenares tuvieron que refugiarse en otras naciones para proteger sus vidas.