¿Cómo pedir un aumento de sueldo y no morir en el intento?
Has repasado la escena mentalmente millones de veces, sea en tu casa, camino del trabajo, delante de la computadora en la oficina, cuando lo ves pasar… Pero no te sientes preparada o preparado para ello.
Pedir un aumento de sueldo a tu jefe (o jefa) es percibido como algo para lo que nunca se encuentra el momento adecuado, cuando es todo lo contrario: si consideramos que nuestro trabajo debe ser recompensado es, precisamente, porque sabemos que estamos rindiendo al máximo y es excelente.
"Suele pasar que estás conforme con tu faceta profesional porque te has integrado a la perfección en el equipo y estás a gusto con las funciones que desempeñas y el ambiente laboral, y aunque sabes que tu trabajo es reconocido por tus superiores, tu satisfacción no es plena porque te gustaría que esa puesta en valor fuera acompañada de un incentivo económico", afirma Javier Javier González, CEO del Instituto Superior Magna Coaching.
Y por ello, para ayudarte a pedir ese deseado aumento de sueldo, el experto nos da unas claves para que te prepares antes del encuentro y, con confianza y seguridad en ti misma, demuestres a tu superior que, efectivamente, un aumento es lo que te mereces.
1. Analiza tu situación y selecciona tus argumentos. Sientes que te mereces el aumento de sueldo pero esto no es suficiente para conseguirlo: necesitarás argumentos sobre qué es lo que aportas a la empresa, por qué tu trabajo es necesario para ellos y cómo rindes al máximo siempre, pues todo ello te servirá para persuadir a tu interlocutor y ponerlo de tu parte.
¿El consejos del experto? Ejemplificar con situaciones complicadas que hayas pasado y destacar cómo las has resuelto gracias a tu actitud proactiva.
2. Elige el momento adecuado. Como decimos, nunca te va a parecer que es el momento ideal para pedirlo. Ante un asunto tan delicado como el de pedir un aumento, se igualan en importancia el qué se va a decir y el contexto en el que se haga dicha petición.
Evita aquellos días de máximo trabajo en los que tu superior se encuentre en una espiral de reuniones; es mejor que establezcas con él o ella una fecha y un momento determinados para hablar tranquilamente.
3. Y sí, hablar de dinero en estos términos incomoda. Precisamente por eso es tan importante establecer pautas para controlar nuestro lenguaje, tanto verbal como gestual.
Pedir un aumento de sueldo mientras se mira al suelo o a los lados demuestra falta de confianza, mientras que gesticular en demasía indica nerviosismo; todo ello no ayuda a trasladar una imagen de seguridad y solvencia, que debe ser el objetivo principal.
¿Un truco para evitar movimiento exagerados? Mantener tus manos ocupadas con un bolígrafo, mirar a tu interlocutor directamente y trata de mantener un tono de voz tranquilo, pero firme.