Se cumplen 5 años de la barbarie imperialista en Libia
Hoy Libia ya no centra la atención de los grandes medios de comunicación que afirmaban en sus editoriales que los bombardeos atlantistas iban a traer la democracia a la nación. De hecho, el grupo terrorista Daesh se ha apoderado de una parte del territorio y amenaza con seguir expandiendo su control en la región
Se cumplen cinco años de la agresión imperialista en Libia que culminó con el derrocamiento y asesinato del líder Muammar Al Gaddafi en el año 2011.
El resultado de la intervención militar llevada a cabo por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es un país devastado, quebrado y transformado en un nido de terrorismo y violencia armada.
Hoy Libia ya no centra la atención de los grandes medios de comunicación que afirmaban en sus editoriales que los bombardeos atlantistas iban a traer la democracia a la nación. De hecho, el grupo terrorista Daesh se ha apoderado de una parte del territorio y amenaza con seguir expandiendo su control en la región.
Actualmente existen dos administraciones sin legitimidad alguna, una en Trípoli y otra en Tobruk, al Este del país, en una muestra clara que la guerra imperialista en Libia lo que ha originado es una balcanización de la región.
Se trata, sin duda, de un nuevo desastre humanitario provocado por la política belicista e injerencista de Estados Unidos y otras potencias aliadas.
La estrategia de fragmentación y división del territorio que se ha usado recuerda a las intervenciones en Yugoslavia, Osetia del Sur o Sudán del Sur, un hecho que según varios analistas internacionales se estaría repitiendo en Siria con el objetivo de derrocar a Bashar Al Assad, una pieza antiimperialista clave en la región que impide el avance y desarrollo de los intereses estadounidenses en la zona.