120 paramilitares tomaron control de comunidad indígena colombiana
Las comunidades indígenas situadas al occidente de Colombia temen que la reaparición continua del paramilitarismo afecte los proyectos agrícolas de plátano o banano
Al menos 120 paramilitares tomaron esta semana el control de la comunidad indígena La Balsa, situada específicamente en la cuenca del Río Cacarica, al occidente de Colombia.
Los habitantes del referido sector denunciaron que los paramilitares pertenecen a la estructura de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) conocidas en el país suramericano por ser un grupo narcoparamilitar que surgió en 2008 con la finalidad de garantizar la continuidad de los grupos armados.
Un vocero de la comunidad La Balsa, que no quiso ser identificado, informó que los paramilitares de las AGC obligan a muchos pobladores a participar en reuniones donde “les aseguran que no se les quitará sus tierras siempre y cuando sean fieles a la causa”.
Asimismo, denunció la presencia de una base militar binacional en territorio colectivo de las comunidades afrodescendientes de Colombia. Agregó que los habitantes de La Balsa temen que la reaparición paramilitar afecte la seguridad y el proceso de reconstrucción de la estructura de los proyectos agrícolas de plátano o banano.
La carencia de servicios públicos y oportunidades de trabajo para los residentes de La Balsa ha incidido en el accionar del paramilitarismo y radicalización del conflicto armado que viven los colombianos desde hace más de 50 años.
Hacia el occidente y noroeste colombiano también operan grupos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que combaten a los paramilitares que insisten en promover ataques contra la población civil para seguir ocupando sus tierras de manera ilegal.