Violencia opositora ha causado la tala y quema de 5 mil árboles
A propósito del llamado de la derecha venezolana, a tomar acciones desestabilizadoras y violentas con el único fin de derrocar al presidente constitucional Nicolás Maduro, y por consecuencia el Gobierno Bolivariano, hoy Venezuela y su pueblo sufren las consecuencias de la peor manera, tanto, que ni el medio ambiente se ha salvado de ello.
Muertes, heridos, saqueos, destrozos y obstrucción de vías, son algunas de las prácticas radicales de la oposición, a lo que han sumado una gran cantidad de tala, quema y derribo de árboles y en resultado, impedir el libre tránsito de los ciudadanos.
La deforestación tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente, los árboles crean oxígeno, trabajan para extraer dióxido de carbono del aire, elemento que sabemos bien, necesitamos para respirar. Esa sola circunstancia parecería motivación suficiente para dejarlos intactos.
Pero no ha sido eso un impedimento real y evidente para los que se hacen llamar “libertadores del país” y “pacíficos ´por la libertad”, pues, ¿cómo si afectas el bienestar del ser humano, puedes aportar a un mejor país?
El maltrato al medio ambiente se ve claramente en el estado Zulia (63100 km² de superficie), quien hasta el momento registra al menos 5 mil árboles talados en lo que va de año, si, solo ese estado. Lo que equivale aproximadamente a más de 700 árboles derribados por mes, así lo explica el presidente de Amigos del Bosque, Elio Ríos, asegurando que su organización mantiene registros propios, gracias a recorridos, reportes e informes compartidos con organizaciones ambientalistas como Naturazul y Otro árbol cuenta.
Ríos, detalló que se podrían estar hablando hasta de un poco más de 5 mil árboles talados y derribados, pues indicó que entre los meses de enero y abril la cifra alcanzaba más de dos mil por diversos motivos, y que con las protestas la cifra llega a 5 mil.
Para ir más cerca de lo que ocurre, en la avenida 63 de la capital del Zulia, son al menos 45 la totalidad de árboles talados y quemados para usarlos como barricadas, guarimbas, y lo que ha afectado también a comerciantes de ese lugar.
El presidente de la fundación ecológica Manatara, Marcelo Monott, explicó que un árbol de especie frutal tarda en crecer unos 12 y 15 años, mientras que los árboles de mayor altura, de 20 a 25 años, cifra que sirve para entender la gravedad del problema y la necesidad de condenar y ponerle fin a esa violencia.
