Venezuela ratifica responsabilidad ética en el uso de las tecnologías
Un llamado a la responsabilidad ética en el uso de las tecnologías como direccionalidad para reforzar acciones públicas, procesos democráticos, oportunidades de independencia, mayores cuotas de participación social y redes de trabajo científico y productivo, fue hecho en la apertura del ciclo de conversatorios Unidos por la Información: Retos Venezuela 2015.
El evento —organizado por la Comisión Nacional de las Tecnologías de Información (Conati) y el Despacho del Viceministro para Fortalecimiento Institucional, Conectividad e Intercambio del Conocimiento del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología— permitió a los asistentes aclarar conceptos, y sentir la necesidad de nuevos intercambios de saberes.
“Espacios de formación colectiva, como este, son determinantes para la revisión conceptual y política de la praxis institucional en el tránsito efectivo hacia una cultura nacional basada en el uso de tecnologías de información libres. La idea es profundizar la conciencia revolucionaria, como un elemento indispensable y transversal para la transformación plena de Venezuela”, señaló María Ruiz, directora general de la Conati.
El objetivo de este esfuerzo está orientado a convertir a Venezuela en una escuela de formación en tecnologías libres que permita hacer frente a los desafíos que tiene el Estado para reducir las importaciones, y promover la producción nacional.
Al evento acudieron más de 50 servidores públicos, entre ellos presidentes de entes, investigadores, desarrolladores y estudiantes. A propósito de la participación, el ponente invitado Jorge Baralt-Torrijos manifestó su deseo de que “surjan inquietudes que hagan un movimiento, con conciencia de sí y del colectivo, que empiece a orientarse en la dirección de trabajar para hacer país”.
Durante el ciclo de conversatorios Unidos por la Información, harán parte de la agenda temas como el cambio tecnológico y de pensamiento para desarrollar una economía productiva, la universidad con mayores niveles de pertinencia social y política, y la capacidad de ampliar fronteras del saber y de innovar en tecnologías de información.
Sentido de la ética
Dos horas compartió Baralt-Torrijos sobre lo que significa el sentido y la responsabilidad ética y política del uso de las tecnologías. Con una pedagogía divertida, este agudo académico instó a los presentes a desarrollar la capacidad de conocerse a sí mismos, sus potencialidades y la intencionalidad del ejercicio de sus habilidades.
“La responsabilidad que tenemos en el uso de las tecnologías es la capacidad de actuar en consecuencia con las necesidades de un país. Es hacer un uso con sentido, como la razón de ser en un mundo que deviene. Es saber cómo usar el saber para construir”, afirmó el profesor.
Sobre las razones de tener una ética práctica, expuso que la tecnología —las herramientas y el automatismo, en particular— potencia la acción: “Así como la acción puede ser buena o mala, la tecnología puede potenciar la maldad o la bondad. La tecnología tiene el rol de amplificar, y si yo estoy amplificando algo que debería aminorar, entonces, tengo una responsabilidad importante allí. No se trata solo de un problema técnico, sino de un asunto político y social”.
Asomó la necesidad de desarrollar una serie de estrategias, que van desde la concienciación hasta la formación, en torno al uso de técnicas conceptuales, a formas de trabajar con grupos, a maneras de activar los distintos sectores del país (económico, social, tecnológico).
Al respecto, alertó: “Aunque algunos ven la ignorancia como un valor negativo, ella en sí misma es una oportunidad. El que cree que lo sabe todo es porque ignora su propia ignorancia. Nos queda tener humildad y reconocer que necesitamos investigar y formarnos, de manera continua. Entender que si mi pedacito de conocimiento lo comparto con el tuyo y con el de los otros y, además, compartimos un deseo común de hacer de esto un gran país, podemos salir adelante”.
En cuanto a la responsabilidad de socializar el saber, expresó que el conocimiento que es público debe ser libre; es decir: no debemos tener restricciones para acceder a él: “Es un conocimiento que le corresponde, por moral, a la colectividad; porque, se construye con otros”.