Ciencia y Tecnología

Usan impresoras 3D para revelar los misterios de enigmáticas piedras del Neolítico

Enigmáticas bolas de piedra del Neolítico, del tamaño de una pelota de béisbol, aún desconciertan a los científicos. Más de 500 de ellas halladas en el Reino Unido, Irlanda y Noruega presentan características todavía indescifrables, cuyos misterios podrían ser revelados gracias a réplicas hechas con impresoras 3D.

La mayoría de ellas están exhibidas en el Museo de Nacional de Escocia, mientras que unas 60 de sus réplicas fueron compartidas en Internet. Entre ellas está la famosa bola Towie, hallada en el poblado que lleva ese nombre, alrededor del año 1860, en el noreste de Escocia, la cual está tallada con patrones de espiral entrelazados en tres de sus cuatro lóbulos, publicó Live Science.

El impulsor de este proyecto es Hugo Anderson-Whymark, curador del museo, quien explicó que, a través de los años, se tejieron muchas hipótesis sobre el uso de estos objetos: que eran parte de armas, que representaban un peso estándar para los comerciantes del período Neolítico —hace unos 5.000 años— o que servían como ruedas para el transporte de grandes rocas. Incluso, se cree que fueron objetos de devoción religiosa o símbolo de estatus social.

Ante todas estas hipótesis, afirmó que solo algunas "pueden ser plausibles", a la vez que insistió en que las piedras "aún esconden muchos secretos".

Muchas de las bolas de piedra presentan círculos y espirales tallados que también caracterizan a otros objetos del Neolítico, como tumbas en cámaras funerarias, halladas en Irlanda. Esto, según explicaron, podría demostrar que, en ese período, más allá de profesar distintas religiones, los pueblos europeos interactuaban y tenían ideas comunes.

Los secretos siguen escondidos

Los modelos 3D fueron creados a partir de la técnica de la fotogrametría, que permitió revelar más información sobre algunas de las bolas, como patrones ocultos en el tallado que no podrían haber sido detectados de otra manera. No obstante, aún queda mucho por saber.

Así lo explicó Anderson-Whymark, quien aseguró que la clave para entender esas figuras radica en su tamaño "regular", perfecto para sostener con las manos mientras se trabajaba sobre ellas con herramientas de piedras más duras. Además, señaló que el trabajo que presentan fue consecuencia de un extenso proceso, que podría haber sido realizado durante años o, incluso, por varias generaciones.

La aplicación de la tecnología y un "análisis más detallado" podrían permitir a los científicos obtener más información sobre estas bolas, aunque, aseguró el curador del museo escocés, "siempre serán un poco enigmáticas".

https://skfb.ly/6zwzB

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button