Un papelito para el presidente
Era julio de 2002
Era julio de 2002. El taxista habla durante todo el trayecto del golpe de abril. Al llegar a Miraflores, se niega a cobrarme la carrera. Ante mi insistencia, dice: “Si aquí pasa algo, a gente como a usted la van a ejecutar por nosotros, no puedo cobrarle. Salúdeme a nuestro Comandante”. La revolución bolivariana acababa de superar el primer zarpazo imperial, pero vendrían muchos más. Así se fue sembrando en el corazón del pueblo, entre golpes, sabotajes, paros y guarimbas.
Desde entonces no sé cuántos papelitos, cartas y mensajes han pasado por mis manos “para que se lo entregue al Presidente”. Ayer, el destinatario era el comandante Hugo Chávez. Hoy, es el compatriota Nicolás Maduro. Los sobres cerrados los enviamos sin abrirlos. Los papeles sueltos, los leemos antes de remitirlos. Se podría escribir una novela interminable, como los cuentos de las Mil y una noches, con las historias que se cuentan en cada misiva. Buena proporción son mensajes solicitando alguna ayuda para problemas personales o familiares.
Antier me dieron un papelito “para que se lo entregue el presidente Maduro”. Su remitente planteaba una necesidad muy singular y pedía una ayuda muy particular. Porque el texto supera mi narrativa, lo transcribo fielmente: “Saludos, Camarada, mi Presidente, quiero expresarle mi admiración a usted por la más grande batalla que tiene, la lealtad y el tiempo de nuestra revolución en esta guerra económica. Tengo, mi Presidente, una necesidad. Es el Libro Azul de Hugo Chávez, no lo consigo, ayúdeme con eso”.
Quien envía el papelito no pide nada material. Su necesidad es tener el Libro Azul de Hugo Chávez. Firma y deja su cédula y teléfono. El texto pueden refrendarlo millones de venezolanos que aman al comandante Chávez. ¿Cómo pueden luchar la derecha y el imperio contra este sentimiento? ¿Cómo enrostrarle a alguien la escasez de papel si para él la necesidad fundamental es el Libro Azul? Como diría Calle 13: No se puede comprar el sol. Ni el amor resumido en un libro de portada azul.
Earle Herrera
Profesor de la UCV
/N.A
