Te decimos cómo limpiar tus almohadas sin usar la lavadora

Las almohadas no solo son un excelente medio para dormir de la mejor forma posible o tus confidentes más cercanos, también son excelentes decoraciones para tus muebles, cama o espacios favoritos, que de acuerdo a tu gusto le pueden brindar un ambiente más cálido y hogareño al lugar más frío.

 

Sin embargo, las almohadas también son las habitaciones de lujo para los ácaros, unos insectos diminutos que generan alergia, erupciones o picazón. Al estar expuestas todo el tiempo, se ensucian con facilidad y permiten que la aparición de estas pequeñas criaturas se acelere.

 

Por eso, te explicamos a continuación cómo mantener limpias tus almohadas sin que tengas que meterlas a la lavadora. Con un sencillo truco ahorrarás agua, evitarás usar productos químicos y prolongarás la vida útil de las mismas.

 

Materiales:

 

Media taza de bicarbonato de sodio (125 gr).

10 gotas de aceite esencial de árbol de té.

Un cepillo.

 

Procedimiento:

 

En un recipiente, mezcla el bicarbonato de sodio con las gotas del aceite esencial.

Esparce la mezcla por la almohada. Déjalo reposar por una hora.

Cepilla la tela para quitar el sobrante y colócala al aire libre antes de volverla a utilizar.