Opinión

¡Memoria

Mataron al chivo y a mí no me dieron! No vamos a aprender nunca. El presidente chavista presentó su memoria y cuenta y no había terminado cuando nosotros comenzamos a hablar pendejadas de Chachopo a Apartaderos. El hombre sigue gobernando para los pobres y se está olvidando de nosotros que funcionamos con dólares. Esa vaina de seguir becando a viejitos y a carajitos no nos parece buena, hay que poner a producir el país y esos viejitos ya no producen nada, en todo caso, producen otras vainas, pero no lo que le interesa al país. Y los chamos estudian y no trabajan, así que mientras el Gobierno apoye a esa gente, adiós luz que te apagaste.

Lo que sí es verdad es que mientras tengamos a Embajada Radonski pidiendo leche, estamos bien jodidos. Así no se puede. Hay un mondón de jodedores por allí que cuando ven pasar un camión de leche gritan: “Llamen a embajada que le están llevando la leche”. Y no solamente hace una vaina así, sino que después se le ocurre llamar a una rueda de prensa y sale con aquella frase que puso en el mercado de los corotos a muchos analistas, porque no saben cómo explicar esa vaina de “la cárcel como la virginidad se pierde una sola vez”. Es decir, seamos honestos, Maduro presentó su memoria y cuenta y una vez más siguió demostrando que gobierna para los pobres, y nos puso una grabación con unos carajos que prácticamente querían acabar con medio mundo, y menos mal que están en Venezuela, porque si hubiesen estado en otra parte y ya estarían con un velero encima.

También dijo Maduro que habían hecho unas investigaciones y descubrieron un carajo que en 15 días había comprado 300 veces, ese hombre debe tener unas 30 o 40 mujeres que mantener, eso es lo que hay que decir, que ese es un hombre responsable, que no abandona a sus familias, que está atento, que se preocupa por sus muchachos, pero no, salieron a caerle encima, y a decirle que si no había comprado leche para que le enviara un litro a Embajada Radonski. También hay que decir que nosotros nos estamos haciendo los pendejos, pero no hay que olvidar que llamamos a un cacerolazo en el mismo momento de la presentación de la memoria y cuenta, y no escuchamos un carajo. Es decir, que seguimos fracasando en los llamados, ojalá que en la marcha del 24 no falte nadie, porque entonces botamos tierrita y al carajo los enfermos.

El papá de Margot llegó arrechísimo y le metió un coñazo a la puerta de entrada, pasó por la sala y dijo: “No estoy para nadie, carajo”, y le metió otro carajazo a la puerta del cuarto y tembló todo el edificio, y un vecino gritó: “Ahora si nos jodimos, ahora son dos las puertas”

Besándome en los labios me dijiste.- Me canta Margot

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