Emprendimiento: Una herramienta aún atractiva para jóvenes empresarias zulianas

Yvke mundial/Alexander Sanabria

Como fenómeno global actualmente las mujeres se enfrentan a un límite profesional para acceder a puestos de alta dirección conocido como “Techo de cristal”, pese a que cada día más ocupan mandos medios y las empresas se dan cuenta de los beneficios que el pensamiento femenino, trae a un negocio.

Y es que a pesar de lo descrito con anterioridad en nuestro país casi a un nivel alto de producción industrial la dama venezolana saca a relucir su valía, temple y determinación para saltar hacia inactivas comerciales propias que puedan sacar a sus familias de cualquier revés económico para mejorar el estatus de vida, siendo ese criterio el meollo del porque los emprendimientos se han convertido en la mejor herramienta de las mujeres actuales para dirigir una compañía familiar.

Por ello en esta ocasión daremos a conocer la historia de una joven marabina llamada Mily Betzabeth Azuaje García, de 32 años de edad felizmente casada y madre de un par de infantes, quien el 26 de febrero del año en curso decidió que para tener éxito como emprendedor, el requisito fundamental es dedicarse a hacer algo que apasione, ya que solo así es posible tener la suficiente motivación como para salir adelante y sortear todas las dificultades e imprevistos que con seguridad, se presentarán en el camino.

La dama en cuestión previo a iniciar en lo individual en el negocio de venta y elaboración de monturas y lentes correctivos, acumuló 12 años de experiencias en varias franquicias ligadas a la línea de trabajo en cuestión ocupando durante el lapso de tiempo señalado cargos de vendedora, técnico optometrista auxiliar y principal e incluso hasta gerente de tienda.

Fue así entonces que en los últimos 2 años antes de aperturar oficialmente un negocio propio llamado “Óptica 3000” situado actualmente en pleno paseo ciencias del centro de Maracaibo Mily Azuaje sintió, que su talento era mal pagado por la empresa privada y sus habilidades eran subutilizadas por terceras personas sin la compensación profesional pertinente.

Y fue allí en ese momento histórico que Azuaje decidió tomar su destino por los “Cuernos” para labrarse un mejor futuro apostando a su talento y con todos los requisitos de ley incluyendo el pago de impuestos municipales remar hacia adelante, para orgullosamente ser una mujer emprendedora zuliana con las ansias de internalizar la frase “Lo nuestro es lo mejor” aportando así un grano de arena, en favor de acelerar el aparato económico del país desde el punto de vista de una empresaria pequeña nacionalista seria. “De verdad hubo un momento del año 2018 en que me sentí laboralmente estancada y explotada por mis empleadores, a pesar de compartir los gastos del hogar con mi esposo el salario de ambos quedaba corto para la manutención de lo más importante para nosotros como lo son nuestros dos niños. Te confieso que en una acción desesperada planificamos migrar a Chile y comenzamos a vender enseres y hasta nuestra casa para sumar dividendos para la movilización a otro país; pero casi por circunstancias celestiales la venta de nuestro hogar no se concretó y fue allí que tomé ese evento como una señal que quedarme en mi tierra y con determinación abrir una óptica e incluso ofrecer hasta empleos directos; cosas que me hacen sentir orgullosamente venezolana”, describió emotivamente Azuaje.

Visualizar la meta

Para la timonel de óptica 3000 el 2020 será clave porque en los siguientes 12 meses tiene metido entre “Ceja y ceja” marcar distancia con sus competidores y fijarse cómo meta objetivos realistas, claros o adaptables según las circunstancias para de esa manera manejar un catálogo de precios bastante competitivo en comparación con otras grandes franquicias, sin escatimar esfuerzo a la hora de mantener un alto estándar de calidad.

Otro aspecto a destacar en esta iniciativa comercial marabina que va sin lugar a dudas rumbo al puerto de la expansión, es la alta disponibilidad de una atención personalizada más allá de que el potencial cliente concreteo no algún tipo de negociación, dejando de lado el factor especulación.