Comunicado
Lo que viene es eneas! Así estuvimos pensando desde el viernes hasta que llegó el lunes y nos encontramos al secretario general de la Coordinadora Democrática, vulgar exMUD, allí en el Parque Miranda en la Carraca leyendo un comunicado al lado de Embajada Radonski y Espoleta Allup, y aquella vaina nos dejó con la boca abierta esperando la carne. ¡Qué buena vaina! Aquel comunicado fue una verdadera habladera de paja, que si llegó la hora de los humillados, la hora de los castigados, la hora de los desposeídos, ¡coño!, y se le pasó la hora diciendo esa pendejada, hasta que por fin dijo que había una marcha el 12 de octubre con Cristóbal Colón a la cabeza. Menos mal que no llamó a cacerolazo, porque la arrechera que íbamos a coger todos era para quemarlo vivo en una guarimba democrática.
El que escribe esos comunicados de la MUD se debe morir de la risa cada vez que lo llaman y le dicen: “Échele bolas a escribir un comunicado, tú que hablas paja que jode”. Y el tipo se arranca con aquel montón de lugares comunes, que parece ministro. Que si El valiente pueblo de Venezuela dijo ¡basta! y sale a calle a tomar los espacios que le corresponden porque la patria lo está llamando a la lucha… ¡anda pal carajo! Y mientras tanto, Maduro allí, tranquilo y pidiendo paz y diálogo, y se va a Colombia y celebra la paz entre las FARC-EP y el gobierno de Santos, y nosotros aquí en guerra con todo el que se nos ponga por delante, desde el CNE pasando por el TSJ y el TQQJ que parece que es una vaina que también jode que jode.
Otro comunicado como ese y al carajo los enfermos, se acabó lo que se daba, y que vengan los marines, porque estos tipos no sirven ni para clavar un clavo. Nadie en su pleno juicio es capaz de leer y escuchar una vaina como esa que, además, acepta que vamos a recoger el 20% de las firmas a escala nacional , nada de estado por estado, ¡qué bolas!, quedamos en el peor estado, decimos eso como que fuéramos arrechos y lo que estamos es aceptando de entrada que le vamos a echar bolas a las firmas y busquen las cédulas de todos los parientes que se hayan muerto, porque esos carajos tienen que salir a firmar otra vez, así Jorge –En el diván– Rodríguez los descubra y nos joda todo el tiempo con esa pendejada de que hasta a la Negra Matea la pusimos a firmar.
El papá de Margot se arrechó cuando estaba viendo la lectura del comunicado y de repente entró una cadena nacional y el hombre se puso de pie y vio el techo del apartamento y dijo: “¡Dios mío, eres grande! Eso es lo mejor que nos ha pasado, porque no valía la pena escuchar esa pendejada que estaba leyendo ese hombre. Nos salvó Maduro”. Y se fue al cuarto y le metió su coñazo a la puerta y un vecino gritó: “Dale más duro, desgraciao”.
–Deja que salga la luna, –me canta Margot.