Sin categoría

Anverso y reverso de Chávez

Chávez no se le puede hacer seguimiento a través de la lógica. De la lógica convencional y balurda.

De aquella que algunos suelen emplear en los análisis políticos tradicionales. Quien lo haga incurre en un grave error: siempre andará desorientado.

Por eso que el estribillo de los hinchas del Presidente, "Chávez los tiene locos", se acerca a la realidad.

¿Qué aconseja la lógica convencional? Que como Chávez es un loco que no sabe lo que hace; que no reflexiona; que es disparatero; que le falta escuela política, y por tanto es propenso a cometer errores, por consiguiente marcha hacia el abismo. Con ese cuento muchos se han equivocado y pagado caro la equivocación. Con ese cuento le daban poco tiempo en el gobierno, pero el personaje ya tiene diez años en Miraflores. Con ese cuento pronosticaban que sería derrocado por la Fuerza Armada o por una insurrección popular, y ni lo uno ni lo otro ha sucedido -salvo el 11-A que él supo aprovechar mientras sus enemigos pusieron la torta. Al contrario, cada día es más fuerte en el mundo militar y su popularidad está por 70%. Con ese cuento pronosticaban el caos económico, mas en cambio el país tiene el mayor crecimiento en la región. Con ese cuento le auguraron derrotas electorales, y sólo ha sufrido una, por mínima diferencia, en el referendo que él mismo convocó el 2-D.

Con ese cuento se afirma que Chávez provoca el aislamiento internacional de Venezuela, cuando nunca como ahora el país cuenta con más poder de convocatoria y ha ampliado el espectro de sus relaciones con el mundo. Con ese cuento se dio por un hecho la destrucción de Pdvsa, pero resulta que la política petrolera de Chávez fue determinante en el fortalecimiento del precio del crudo y en la conversión de la empresa en puntal del Estado y la sociedad. Con ese cuento los adversarios de Chávez se metieron en miles de aventuras: golpismo, terrorismo, paros empresariales, guarimbas, y siempre salieron con las tablas en la cabeza.

¿Cuál es la razón del fracaso de tanto pronóstico pesimista y siniestras conjeturas? ¿Por qué siempre fallan los análisis de los expertos en política, economía, petróleo, relaciones internacionales? ¿Por qué los militarólogos geniales y los consumados intérpretes de la voluntad popular siempre pelan gajo? Una de dos: o sus análisis y pronósticos los preside el odio, la ignorancia, lo cual los distorsiona, o el hombre no es tan irresponsable como ellos piensan. No voy a decir que Chávez es un genio político.

No me gusta un Chávez endiosado por el culto fanático de sus partidarios. Y sé que a él tampoco le atrae la exaltación mesiánica de su persona en la que algunos incurren por diversos motivos. Pero de que Chávez es algo diferente a lo que sus adversarios pintan, no hay la menor duda. Por eso está donde está, y ha tenido los éxitos que el odio enceguecedor le niega. Sus victorias han sido limpias, con la mismas armas y en el terreno de sus adversarios. Lo cual no les ha servido para captar sus singulares atributos de conductor popular y de consumado estratega político.

Pero no me preocupa lo que hasta ahora ocurre. Ese desprecio visceral que obnubila e impide enfrentarlo con inteligencia y en el marco democrático. No comprenden, por ejemplo, que Chávez le exija a las Farc renunciar a una línea pródiga en derrotas y acabar con la oprobiosa práctica del secuestro. En vez de entender lo que significa ese paso como contribución a la paz en Colombia y en la región, sus adversarios reaccionan con un simplismo desalentador. Cuestionan un paso político acertado y se muestran incapaces de descifrar las claves de la reunión Uribe-Chávez, luego de la tormenta que se desató durante meses. En vez de reconocerle su capacidad para revisar políticas oportunamente y despojar de subjetividad el ejercicio de la jefatura del Estado, se lanzan por el atajo de la descalificación personal y recurren a análisis superficiales.

Ante la sensata iniciativa de elaborar una política para la transición de un presidente a otro en EEUU, que permita reformular la relación entre las dos naciones, saltan con el celo de quienes temen perder el privilegio de tratar con el Gobierno del Norte. No entienden que no se trata de rivalizar en la relación con EEUU, que para un gobierno revolucionario siempre será difícil, sino de normarla y asumir temas de interés común. Igual con la próxima entrevista con el Rey de España y Zapatero. ¿Qué ocurre entonces? Que la jauría como siempre se abalanza sobre Chávez, lo cual fatalmente conduce a desastrosos errores. Mientras tanto, Chávez sigue adelante con su proyecto de país, en contraste con los que no lo tienen.

Cuidado si el próximo 23 de noviembre no da otra sorpresa.

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button