Supervisión para mejorar
No hay que olvidarse de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, que el ministerio del área realizó el año pasado
No hay que olvidarse de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, que el ministerio del área realizó el año pasado. Los informes que se produjeron a partir de sus resultados son verdaderos cofres de tesoros: estudiantes, docentes, directivos, familias y comunidades ofrecen críticas constructivas y valiosas propuestas acerca de una variedad de asuntos, todos relevantes para el mejoramiento o, más allá, la transformación de nuestras escuelas. En estos días estaba pensando en la necesidad de enfocarnos sobre la supervisión para poder avanzar en educación, y revisando el informe general de la consulta ¡encontré que allí está dicho todo!
En efecto, las y los docentes valoran la importancia de la supervisión vista como acompañamiento pedagógico y proceso formativo. Cuestionan que en la actualidad ese proceso resulta punitivo, insuficiente, inoportuno e ineficaz, sin criterios integrales ni unificados, ya que se centra más en lo administrativo que en lo pedagógico y desconoce los distintos contextos. Precisamente en relación a esto último, los sectores de frontera, campesinos, rurales e indígenas opinan que la supervisión resulta esporádica y no considera las dinámicas de vida de sus localidades.
Docentes y personal directivo proponen crear un nuevo modelo integral de supervisión educativa que contemple: definición de las dimensiones y funciones de la supervisión tomando en cuenta aspectos pedagógicos, administrativos y organizativos; relación de la escuela con la comunidad y el plan de desarrollo regional; integración de estudiantes con condiciones especiales; aspectos específicos de las distintas modalidades del subsistema de educación básica; determinación del número de supervisores por estado atendiendo a criterios de territorialidad y densidad. Igualmente, las y los docentes solicitan mayor claridad con respecto al perfil del supervisor o supervisora. Consideran la necesidad de preparación en materia pedagógica, destrezas y habilidades comunicativas, experiencia en el ámbito escolar, y en la dirección y coordinación de proceso pedagógicos. Coinciden en señalar la urgencia de instaurar un programa nacional de selección, formación y evaluación para el ejercicio de la función supervisora. Ministro, ¡hay que hacerles caso!
lacuevat@hotmail.com
/N.A