SpaceX, empresa de Elon Musk, enfrenta nuevo fracaso con la explosión del cohete en Texas

El cohete Starship de SpaceX despegó exitosamente este jueves desde su base en Texas, pero pronto perdió contacto y explotó, repitiendo el incidente ocurrido en enero. Este nuevo fallo ha dejado escombros que obligaron al cierre de cuatro aeropuertos en Florida, incluyendo los de Miami y Fort Lauderdale.
Según el diario El País, el primer incidente se registró el 16 de enero durante el séptimo vuelo de prueba del Starship. La noche del 6 al 7 de marzo, durante su octavo lanzamiento experimental, la situación se repitió. La explosión provocó desvíos en el tráfico aéreo, afectando a la zona del golfo de México.
Vídeos compartidos en redes sociales muestran cómo restos incandescentes del cohete caen sobre el mar, incluso desde aviones en vuelo. Ante esta situación, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha insistido a SpaceX en realizar una investigación para identificar medidas correctivas que prevengan futuros incidentes. Durante el suceso, la FAA activó un Área de Respuesta a Escombros y restringió temporalmente el tráfico aéreo.
SpaceX ha argumentado que la nave no llevaba tripulación y que despegó a las 00:30 hora peninsular española. En un comunicado inicial, la empresa mencionó un “desmontaje rápido no programado”, un término que utilizan para describir una explosión catastrófica. Aseguraron que están trabajando con las autoridades para analizar los datos del vuelo y mejorar la fiabilidad del Starship.
Más tarde, SpaceX explicó que un evento energético en la parte trasera del cohete causó la pérdida de varios motores Raptor, lo que llevó a perder el control y las comunicaciones con la nave aproximadamente 9 minutos y 30 segundos después del despegue.
A pesar de los contratiempos, SpaceX defendió su operación alegando que el Starship voló dentro de un corredor seguro y que los escombros no contenían materiales tóxicos ni impactarían significativamente a las especies marinas ni a la calidad del agua. El portavoz Dan Huot comentó irónicamente que “desgraciadamente, esto también sucedió la última vez”, sugiriendo que han aprendido de estos fracasos.
Esta situación se produce en medio de controversias sobre las acciones de Elon Musk en la administración estadounidense, donde busca recortar recursos impulsivamente y supuestamente influir en la FAA, responsable de regular el tráfico espacial comercial.