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Siria ha perdido 60 mil millones de dólares por ingresos petroleros

El ministro subrayó que la infraestructura petrolera y gasífera ha sido seriamente dañada por los grupos terroristas respaldados por una coalición de naciones, en particular en los sistemas de instalaciones y equipos de bombeo

La guerra impuesta a Siria desde hace cinco años causó pérdidas al sector petrolero por 60 mil 446 millones de dólares, según datos expuestos por el ministro de Petróleo y Recursos Minerales, Suleiman Al Abbas.

El ministro subrayó que la infraestructura petrolera y gasífera ha sido seriamente dañada por los grupos terroristas respaldados por una coalición de naciones, en particular en los sistemas de instalaciones y equipos de bombeo.

A pesar de esa difícil situación, hemos tenido la capacidad de mantener, sobre todo, el abastecimiento en cuanto al gas que ha permitido, aunque limitadamente y en horarios específicos, la generación de energía eléctrica, precisó.

En el 2011, fecha establecida como el estallido de la crisis actual en Siria, el país producía cerca de 390 mil barriles de petróleo diariamente, lo cual le permitía cubrir la mayor parte del consumo e incluso dedicar una parte a la exportación de productos derivados.

Actualmente, la producción no sobrepasa los 50 mil barriles diarios, lo que obliga a un esfuerzo adicional para la importación y alteró las positivas reglas comerciales que mantenía Siria en su desarrollo económico.

Los ataques y sabotajes de los grupos terroristas se dirigieron desde los inicios contra las regiones de Alepo, Raqqa, Deir Ezzor,Hasaka y Homs, donde se concentraban los principales yacimientos de la nación. De igual forma, operaron contra los centros de abastecimiento y un oleoducto que desde centros de producción en esas zonas llevaba el combustible hacia las refinerías de Homs y Banias, en el sur y este del país, respectivamente.

Estratégicamente, fue una acción dirigida y planeada desde el exterior, con el respaldo de Estados Unidos y otros gobiernos regionales que buscan la implosión de Siria como una nación estable política y económicamente.

En Homs, capital de la provincia de igual nombre a unos 160 kilómetros al noreste de Damasco, y retomada por el Ejército sirio, la primera refinería instalada en el país en la década de los años 80, fue seriamente dañada y su restauración es un reto productivo de primer nivel.

Ahora queda solamente la instalación de Banias, en la provincia mediterránea de Tartus y que mantiene la mayor parte de la refinación de la escasa producción nacional y el combustible importado.

Los esfuerzos del Gobierno y de la Compañía Siria de Petróleo están dirigidos a retomar un balance adecuado que permita superar los planes y programas de desarrollo previstos para el 2016 y bruscamente cortados por la guerra impuesta al país.

/N.A

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