Opinión

Señor presidente Maduro

La MUD quiso montar un evento paralelo que, plagiando a los movimientos antiimperialistas del mundo, llamó “Cumbre del Pueblo”. Ni fue cumbre ni fue del pueblo

Con esta frase protocolar -–“Señor presidente Maduro”- iniciaban su intervención los presidentes, jefes de Estado, primeros ministros, cancilleres y representantes de los 122 países que asistieron a la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, celebrada en Nueva Esparta. El vocativo diplomático hinchaba de orgullo a Venezuela toda y hacía chapotear en el pequeño charco de su envidia a la derecha foránea y endógena que no pudo impedir el exitoso foro planetario. Llora, corazón.

El odio alineado y cartelizado de los monopolios comunicacionales del mundo naufragó en la isla de Margarita, bañada los días de la Cumbre por un Caribe sereno, más plateado y más azul, de excelentes augurios. En compañía de intelectuales, artistas y periodistas, observaba desde un lugar que me permitía una visión panorámica de los pueblos del Sur allí reunidos. Sonreía al leer y oír a los medios nacionales y extranjeros que se obstinaban en pintar un escenario vacío donde estaban las representaciones de 122 países y 14 delegaciones de organizaciones multilaterales.

Afuera, la Casa Blanca descertificaba a Venezuela en cuanta cosa EEUU se arroga la potestad de descertificar. La triple alianza del Mercosur seguía la orden imperial de arremeter contra nuestro país para empañar la Cumbre. Nada. Cuando el Jefe del Estado, Nicolás Maduro, recibió la presidencia pro témpore del Mnoal, entendieron el fracaso rotundo de su política de presentar a la patria de Bolívar como un país aislado. Lo negaba la organización que representa a los dos tercios de los países del planeta. También entendieron que no solo al Astro Rey, tampoco se puede tapar la Tierra con un dedo.

La MUD quiso montar un evento paralelo que, plagiando a los movimientos antiimperialistas del mundo, llamó “Cumbre del Pueblo”. Ni fue cumbre ni fue del pueblo. Cuando se dirigía a “instalarla”, el presidente de la Asamblea Nacional rodó aparatosamente, algo también premonitorio. El diario nacional de la derecha editorializó insidioso: “La MUD trastabilla”. Justo en ese momento, 122 países y 14 delegaciones del mundo pronunciaban la frase diplomática: “Señor presidente Maduro”. Una margariteña canturreaba frente al fogón de sus empanadas: “serena está la mar y azul el cielo”.

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