Opinión

Seamos como las garzas del Guaire

Y ahora resulta que Hilary Clinton es lesbiana.

  • ¿Ahhhh?

  • Y la amante que era su secretaria está presa con cargos de corrupción

  • ¿Queeeé?

  • ¿Y cuál es la fuente, es eso verdad o…?

  • ¡Está en todos los periódicos y fue el jefe de informática de su campaña el que suministró toda la información a cambio de seguridad!

  •  

    O sea, en esencia le aplicaron lo misma que a Evo y a Cristina, a Vilma o a Chávez o a Maduro… pero a lo primer mundo, con la calidad que se obtiene de garantizar, de blindar una información validada por fuentes internas legítimas que convirtieron la confianza en mercancía en el libre mercado de compra y venta del poder.

    Por cierto, con pocas horas de diferencia, aquí en Venezuela se presentó, previamente, una copia pirata del procedimiento cuando el diputado unitario Américo De Grazia agredió al patriota Héctor Rodríguez, con base en lo publicado en un pasquín, que no esconde su naturaleza, como lo es Tal Cual.

    Son estos dos ejemplos de cómo se van alimentando desde el espectáculo difundido por los grandes medios y legitimado por nuestra interacciones en las redes sociales, más redes que sociales, ríos de suciedad, detritus, basura, los cuales de muchas maneras nos infectan bien fortaleciendo nuestros miedos y prejuicios, o bien para crearnos otros nuevos, sin preguntarnos, como solicitaba el detective de la novela la policiaca inglesa Hércules Poirot, quién gana y quién pierde en ese juego,

    Ante esa pregunta, una respuesta es segura: al dejarnos llevar sin reflexión, sin un segundo pensamiento, sin evaluación de lo que nos cuentan y quién nos los cuenta perdemos nosotros, la gente, el público, los pueblos, la ciudadanía, las audiencias, las masas, las personas, los votantes, los partidarios, como quiera que nos llamen. Nos sumergimos en la distracción del chisme barato o caro, aunque siempre sabroso, paralizados ante la amenaza o la oferta explícita o sugerida que nos puede llevar, incluso, a actuar contra nuestros propios intereses como ya sucedió en Argentina, Venezuela o Bolivia

    La cuestión es que ante el uso inmisericorde con el que se nos intenta manipular los manejadores de las matrices de opinión, aquellos que siguen al servicio de los poderosos de siempre, sería bueno aprender de esos aparentemente frágiles animales que sortean todo tipo de porquería y se mantienen impolutos y libres: las garzas del Guaire.

    Articulos Relacionados

    Deja un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Back to top button