Samsung dice que los Galaxy Note 7 se queman debido a baterías defectuosas

Samsung Electronics anunció este lunes que los Galaxy Note 7 se queman debido a defectos en sus baterías, tras suspender en octubre pasado la producción de este modelo de teléfono móvil, uno de los principales de la marca.

Durante una rueda de prensa especial en sus oficinas centrales en Seúl, Samsung precisó que un contacto entre los finos separadores de las capas positiva y negativa, una presión anormal en las esquinas de la batería, una protuberancia anormal en la superficie de la batería y la ausencia de cinta aislante en algunas de ellas provocaron explosiones e incendios en los Note 7.

Las conclusiones se basan en dos investigaciones de las firmas UL y Exponent, con sede en Estados Unidos, que revisaron las baterías, y en un análisis de la cadena de abastecimiento realizado por la compañía alemana TUV Rheinland.

Los primeros equipos tenían baterías con separadores muy estrechos entre las cargas positiva y negativa, lo que incrementaba la posibilidad de un cortocircuito interno, según confirmó el demoledor examen de la firma UL.

Los expertos han estimado que la extrema delgadez de esa batería fue una de las principales razones para que el producto bandera de Samsung se recalentara, esto debido a que el insuficiente espacio puede inducir a que los electrodos negativo y positivo se unan y se encienda una chispa.

Sajeev Jesuda, uno de los directivos de UL, aseguró a los reporteros que en términos "generales" la alta densidad de energía en las baterías puede exacerbar la intensidad de su fallo, una de las razones de las explosiones que está todavía por confirmar.

Algunas deformaciones fueron encontradas especialmente en la esquina superior derecha de las baterías, lo cual debilitaba la capacidad de protección en caso de un cortocircuito, dijo el presidente de UL.

Al segundo grupo de los Note 7 les fue instalada una batería con varios problemas de manufactura, entre los que se cuentan la falta de cinta aislante, protuberancias irregulares y separadores estrechos, factores que llevan a que se produzcan cortocircuitos internos.

De acuerdo con el análisis de Exponent, no se encontraron problemas de "hardware" o "software" en los artefactos propensos a explotar.

En el primer grupo de teléfonos se evidenció una deformación en los bordes superiores de la batería defectuosa, cerca de la capa de separación del ánodo y el cátodo. El segundo grupo tenía problemas de manufactura, como protuberancias anormalmente elevadas que pueden destruir la cinta aislante y el separador.

Kevin White, el principal investigador de Exponent, aclaró a los periodistas que el primer grupo del Note 7 sufrió daños accidentales en la esquina del cátodo, cerca al polo negativo de la batería, y argumentó que esto se debió a diseño del empaque de la batería.

En el segundo grupo no se encontraron deficiencias en el empaque, pero hallaron defectos en los puntos de soldadura en el electrodo positivo, lo que incrementó las posibilidades de un cortocircuito, puntualizó White.

De otro lado, no se encontró ningún factor que durante el proceso de logística y ensamblaje pudiese afectar la seguridad de la batería, de acuerdo con las investigaciones que TUV Rheindland realizó en las fábricas de China, la República de Corea y Vietnam.

El vicepresidente ejecutivo de la compañía alemana, Holger Kunz, subrayó que en el análisis de la cadena de suministro no se encontraron debilidades preocupantes u obvias que afecten la integridad de seguridad de las baterías.