Salud

¿Sabías que la lactancia logra evitar derrames cerebrales?

La lactancia combate los derrames cerebrales y también reduce el riesgo de sufrir cánceres de mama y ovarios y el riesgo de desarrollar diabetes, según demuestran un grupo de investigadores los cuáles analizaron datos de 80.191 participantes.

La lactancia materna no solo es beneficiosa para los bebés, sino que hay cada vez más pruebas de que también puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular en las mujeres posmenopáusicas que amamantan al menos a un niño, según una investigación publicada en la revista Journal of the American Heart Association, editada por la Asociación Estadounidense del Corazón.

“Algunos estudios han demostrado que la lactancia podría reducir las tasas de cáncer de mama y ovario, así como el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Ahora, nuestras conclusiones apuntan a los beneficios de la lactancia materna sobre la enfermedad cardiaca y otros factores de riesgo cardiovascular específicos”, detalla la autora principal del estudio, Lisette T. Jacobson, profesora asistente en el departamento de Medicina preventiva y Salud pública en la Escuela de Medicina de la Universidad de Kansas-Wichita (Estados Unidos).

Este es uno de los primeros estudios que ha examinado la lactancia materna y una posible relación con el riesgo de apoplejía para las madres, así como explora la forma en que esa relación puede variar según la etnia. Los investigadores analizaron datos de 80.191 participantes en el estudio observacional ‘Women’s Health Initiative’, un gran estudio estadounidense en curso que ha rastreado los eventos médicos y hábitos de salud de mujeres posmenopáusicas reclutadas entre 1993 y 1998.

Este es uno de los primeros estudios que ha examinado la lactancia materna y una posible relación con el riesgo de apoplejía para las madres

Todas las mujeres en este análisis habían tenido uno o más hijos y el 58 por ciento informó haber amamantado alguna vez. Entre estas mujeres, el 51 por ciento amamantó durante uno-seis meses; el 22 por ciento durante siete-12 meses; y el 27 por ciento durante 13 o más meses. En el momento de la contratación, la edad promedio fue de 63,7 años y el período de seguimiento fue de 12,6 años.

Después de ajustar los factores de riesgo de ictus no modificables como la edad y los antecedentes familiares, los investigadores hallaron que el riesgo de accidente cerebrovascular entre las mujeres que amamantaron a sus bebés fue, en promedio, un 23 por ciento más bajo en todas las mujeres, 48 por ciento menor en mujeres negras, 32 por ciento más bajo en mujeres hispanas, 21 por ciento más bajo en mujeres blancas y 19 por ciento más bajo en mujeres que habían amamantado durante hasta seis meses. Así, una duración de la lactancia materna más larga se relacionó con una mayor reducción del riesgo.

Amamantar al menos seis meses

“Si tiene un hijo, continúe amamantando durante al menos seis meses para recibir los beneficios óptimos para usted y su bebé.Nuestro estudio no abordó si las diferencias raciales/étnicas en la lactancia contribuyen a las disparidades en el riesgo de accidente cerebrovascular. Una investigación adicional debe considerar el grado en que la lactancia podría alterar las diferencias raciales / étnicas en el riesgo de accidente cerebrovascular”, apunta Jacobson.

Debido a que el estudio fue observacional, no se pudo establecer una relación de causa y efecto entre la lactancia materna y el menor riesgo de accidente cerebrovascular, lo que significa que “es posible” que otra característica indeterminada distinta entre las mujeres que amamantan y las que no lo hacen sea el factor que modifica este riesgo. Sin embargo, los investigadores puntualizan que gracias al gran número de mujeres analizadas en el estudio, se han recogido “muchas características”, y en todas ellas la asociación fue “consistente”.

“La lactancia es solo uno de los muchos factores que podrían proteger contra el accidente cerebrovascular. Otros incluyen hacer ejercicio adecuado, elegir alimentos saludables, no fumar y buscar tratamiento si es necesario para mantener la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre dentro del rango normal”, concluye la investigadora.

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