Akademik Lomonsov (nombrada así en honor al científico ruso Mikhail Vasilyevich Lomonosov) comenzó a construirse en los astilleros de San Petersburgo en 2007, y ha costado alrededor de 232 millones de dólares. El destino de la central de 70 megavatios es suministrar energía a la remota ciudad de Pevek, al norte de Siberia.
La localidad de 100.000 habitantes es un importante centro petrolero para Rusia. La central flotante no solo alimentará los pozos petrolíferos de la zona. También surtirá de energía a la propia ciudad y a una planta desalinizadora.
Cuando entre en servicio en 2019 sustituirá a la vieja central nuclear de Bilbino, construida en 1974, y a la central térmica de Chaunskaya, que es una instalación altamente contaminante por su uso de combustibles fósiles.