Revolución Bolivariana reconoce lucha histórica de las madres venezolanas

Los católicos transformaron esta celebración para honrar a la Virgen María, madre de Jesús, homenaje que se hace cada 8 de diciembre con la fiesta de la Inmaculada Concepción
El Día de las Madres es todos los días, cada día debemos honrarlas, respetarlas y festejarlas, esta afirmación es común escucharla en contraposición a la teoría de que fue creado con fines estrictamente comerciales.
En general, el Día de las Madres es una celebración que rinde homenaje a la mujer que ha parido y a las que crian sin haber gestado. Este día se festeja en diferentes fechas del año según el país. 
La madre más allá de una simple celebración, envuelve un significado espiritual que trasciende razas, culturas e ideologías. Así tenemos que una madre es capaz de hacer los más inimaginables sacrificios por sus hijos, desde dejar de comer para garantizar el pan a sus crios.
La madre es sinónimo de amor, de ternura, de entrega, de carácter recio a la hora de forjar el espíritu de los hijos, sobre todo cuando le toca hacer de padre también; de arrojo y valentía al momento de defender la vida de sus retoños ante cualquier peligro.
La madre también es sinónimo de lucha por grandes ideales; la madre sufre y llora por los atropellos a sus propios hijos y por los hijos del mundo. Ejemplo de esto lo podemos ver en países que han sufrido cruentas dictaduras, y donde se vive en permanente guerra.
La madre es capaz de luchar con ahínco en función de construir un mundo mejor, un mundo con justicia donde todos tengan las mismas posibilidades de estudio, a la salud y a los derechos fundamentales de todo ser humano.
La Revolución Bolivariana y el Comandante Hugo Chávez tuvo como centro de atención a las mujeres, especialmente a las madres. En primer lugar reconociéndolas, constitucionalmente y en la práctica, como protagonistas políticas en la sociedad y a partir de allí cobijándolas, a ellas y a sus hijos, con el más amplio e integral sistema de protección social.
Destacan políticas sociales de inclusión que han dignificado a la mujer venezolana, a la madre, como la Misión Madres del Barrio, la Gran Misión Hijos de Venezuela, la Gran Misión Hogares de la Patria, que ofrece una contribución económica a madres o jefes de familias que no cuentan con ingresos suficientes para cubrir bienes esenciales en materia de salud, alimentación, educación, deporte y recreación.
Igualmente resalta la Gran Misión en Amor Mayor que permitió la incorporación de millones de mujeres al acceso a una pensión sin haber previamente trabajado formalmente, lo que facilita la manutención de la familia..
Un poco de historia
Como todos sabemos, en Venezuela el segundo domingo de mayo es el Día de las Madres, pero la historia nos muestra que no siempre fue así. El primer registro de un día dedicado a enaltecer la labor de la madre en nuestro país data del 24 de mayo de 1921 en Valencia, estado Carabobo.
Fue el Dr. Jesús María Arcay Smith, presidente de una asociación llamada "Caridad y Concordia", quien logró que este día fuera oficializado por el Concejo Legislativo.
Posteriormente 82 Concejos Municipales de Venezuela, decretaron por igual esta celebración, hasta que en el año 1924 una ley del Congreso Nacional decretaba la celebración anual en todo el territorio Nacional de lo que se llamó "el día de las tres madres" , en honor a nuestras madres, a María madre de Dios y la madre patria.
Esta celebración fue adaptándose a las festividades internacionales, y perdió su nombre original. Hoy se conoce simplemente como el "Día de la Madre", fecha que se dedica de distintas maneras a honrar a nuestras madres.
Se hacen reuniones familiares, fiestas, se entregan regalos y se dedica la actividad comercial a ofrecer productos o servicios que sean de utilidad y gusten a las madres de todas las edades. Es el día para regalar flores, chocolates, una tarjeta o simplemente almorzar o cenar en familia.
La Madre Ahora de Mario Benedetti
  
 Doce años atrás cuanto tuve que irme
 dejé a mi madre junto a la ventana
 mirando la avenida ahora la recobro
 sólo con un bastón de diferencia
 en doce años transcurrieron
 ante su ventanal algunas cosas
 desfiles y redadas
 fugas estudiantiles
 muchedumbres
 puños rabiosos
 y gases de lágrimas
 provocaciones
 tiros lejos
 festejos oficiales
 banderas clandestinas
 vivas recuperados
 después de doce años
 mi madre sigue en su ventana
 mirando la avenida
 o acaso no la mira
 sólo repasa sus adentros
 no sé si de reojo o de hito en hito
 sin pestañear siquiera
 páginas sepias de obsesiones
 con un padrastro que le hacía
 enderezar clavos y clavos
 o con mi abuela la francesa
 que destilaba sortilegios
 o con su hermano el insociable
 que nunca quiso trabajar
 tanto rodeos me imagino
 cuando fue jefa en una tienda
 cuando hizo ropa para niños
 y unos conejos de colores
 que todo el mundo le elogiaba
 mi hermano enfermo o yo con tifu
 mi padre bueno y derrotado
 por tres o cuatro embustes
 pero sonriente y luminoso
 cuando la fuente era de ñoquis
 ella repasa sus adentros
 ochenta y siete años de grises
 sigue pensando distraída
 y algún acento de ternura
 se le ha escapado como un hilo
 que se le ha escapado como un hilo
 que no se encuentra con su aguja
 cómo quisiera comprenderla
 cuando la veo igual que antes
 desperdiciando la avenida
 pero a esta altura qué otra cosa
 puedo hacer yo que divertirla
 con cuentos ciertos o inventados
 comprarle una nueva tele
 o alcanzarle su bastón.
 Autor: Mario Benedetti
 
 





