Opinión

Rebeldía

Recuerdo bien estas palabras de Hugo Chávez: “La juventud es sinónimo de rebeldía contra lo establecido, contra lo malo

Recuerdo bien estas palabras de Hugo Chávez: “La juventud es sinónimo de rebeldía contra lo establecido, contra lo malo. Rebeldía contra las desviaciones, rebeldía contra los viejos vicios. Muchachos, ¡sean ustedes la rebeldía en pasta! La autocrítica permanente en todo lugar y en todo momento”. Las emitió en el Teatro Teresa Carreño, con ocasión del acto Juramento de la Juventud Bicentenaria ante la espada del Libertador Simón Bolívar.

Esas palabras son investidas de verdad y ante los acontecimientos cobran validez y luz en los corazones y en la voluntad de poder de la juventud venezolana que asumió el legado de las libertadoras y los libertadores. Es tiempo de rebeldía para el renacimiento revolucionario que nos convoca el presidente Nicolás Maduro.

Los restos de la IV República, cómplices de la violación de los derechos del venezolano, hoy tienen un poder de la Constitución revolucionaria. El diputado Henry Ramos Allup, representante de los mezquinos intereses de la sociedad venezolana y de la estadounidense. 

Es la autoridad vasalla, como un pretor del imperialismo, que desea protagonizar el desmontaje de los derechos adquiridos para las próximas generaciones y de la República de Bolívar y Chávez. Quiere matar los sueños. La rebeldía contra él y lo que representa su bancada es necesidad histórica de la nación y deber moral de la juventud patriótica.

En la juventud bicentenaria, fuente del liderazgo para la reconstrucción moral de la República, tenemos el deber de renovar métodos y formas de actuar. Retomar el papel de vanguardia constructiva para acompañar al presidente Maduro para llevar a buen puerto a nuestro país, hoy en medio de la tormenta y el desierto.

El pueblo bolivariano debe tener en su juventud “luz del mundo y sal de la tierra”, como se heredó de Cristo y las razones de vida convocadas por Hugo Chávez. 

La cobardía, la ignorancia, la corrupción, el acomodo y la flojera no son opciones posibles. Es la hora de la lealtad renovada, desplegando toda la “rebeldía en pasta” que nos define como generación.

cesartrompiz@gmail.com

/N.A

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