Opinión
¿Quién le dijo a usted que yo quería paz?
Pedro Cuartilla se paró y desde el Portachuelo de Tacarigua, cabalgó el potro de su mirada sobre la panorámica de su pueblo y se dijo: “Sin duda alguna, mi terruño es el lugar más hermoso de la pelotica del mundo, como decía mi amigo Benjamín en la escuela Napoleón Narváez”.
Extasiado se encontraba ante lo que miraba, cuando llegó también a disfrutar del paraje y tomar fotografías, el amigo opositor Orlando Francisco Bolívar Rodríguez, quien luego de saludarlo, tomó varias fotos sobre el ocaso del sol que se observaba a lo lejos en el mar de Juangriego, y después comentó:
“Amigo Cuartilla, yo no entiendo, el por qué los revolucionarios nos acusan de no querer la paz, porque estamos de acuerdo de que en el plebiscito en Colombia haya ganado la guerra, si tú mismo sabes y hasta lo escribiste no hace poco que nosotros apoyamos la violencia y hasta señalaste las masacres que realizaron tanto en nuestros gobiernos, como ahora, tales como: Cantaura, Yumare, El Amparo, El Caracazo, las guarimbas y las salidas. Es más, para no ir muy lejos y quedarnos aquí mismo en Margarita, quiero decirte que nosotros somos responsables de la muerte de los margariteños: Alberto Lovera, Hermógenes y Toribio García, Héctor Marcelino Moya, Felipe Malaver, Luis Rosas Piña, Noel Rodríguez, Héctor Guzmán, quienes eran dirigentes políticos y estudiantes que cometieron el delito de estar en contra de nuestros gobiernos democráticos, como lo fueron los de AD y Copei”.
– ¿Pero ustedes no quieren la paz, entonces? acotó el periodista.
– ¡Ay, amigo Cuartilla¡ ¿Quién le dijo a usted que yo quería paz? Y cómo la vamos a querer, y eso se deduce que sea así, por simple lógica, pues si nosotros seguimos línea del imperio gringo, quienes han invadido países, porque su negocio es la guerra, vamos a ponernos de espalda a éllos, quienes de paso son los que nos financian para seguir cometiendo actos violentos para ver si salimos de este régimen que no nos deja hablar, ni protestar, ni mucho menos beber whisky del bueno, como lo hacíamos antes.
Orlando Francisco Bolívar Rodríguez, calló y siguió tomando fotos sobre las lágrimas destellantes del sol allá en el lejano horizonte, mientras que el periodista Pedro Cuartilla, oyendo el canto de una guacharaca, pensó: “Qué puedo decir, al respecto, si el silencio ante semejantes afirmaciones, es la mejor respuesta”.
Después de pensar esto, se montó en su viejo malibú y se dirigió a su casa, oyendo su emisora favorita Mundial Margarita(1020Am, 92.9FM y www.radiomundial.com.ve)