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Quién está detrás del Códex Gigas que dicen escribió Satanás

Existe un libro en la Biblioteca Nacional de Suecia que destaca entre el resto por su tamaño: el Codex Gigas. Encuadernado en madera, consta de 620 páginas, cada una de casi un metro de largo y un peso de 75 kilos en total. Sin embargo, no es el tamaño la característica más intrigante. Es el diablo en su interior.

Primero vamos con la leyenda. Cuentan que en 1230, en un monasterio de la Orden de San Benito en Polarice (hoy la República Checa), un monje condenado a muerte por vanidoso se ofreció a escribir un libro donde podría expiar sus pecados.

No sólo eso. El hombre se propuso y prometió escribirlo en una sola noche, y cuando lo acabara sería el libro más grande del mundo, uno capaz de contener toda la sabiduría humana que glorificaría al monasterio. Aprobada la propuesta del monje, el hombre se puso manos a la obra. Al rato ya le dolía el brazo de escribir.

¿Qué hizo? En vez de pedirle a Dios, el hombre busco refugio en el ángel caído, Lucifer, y le ofreció un pacto: su alma a cambio de terminar el libro. Como resultado de ello, Lucifer, el diablo, Satanás o lo que fuera, permitió que el libro estuviera terminado al día siguiente, incluyendo una imagen del mismo Lucifer en la página 290 de las escrituras. Hay quien dice que como “regalo” del monje, hay quien dice que “la firma” de quien realmente lo escribió. 

 

 


La obra final es inaudita. Principalmente porque no existía tal combinación de textos en una sola pieza, a saber: la Biblia (Vulgata), el texto completo de la Crónica checa, curas medicinales, encantamientos mágicos, calendarios, y una gran colección de obras seculares así como una enciclopedia de conocimiento medieval, instrucciones prácticas para exorcismos o consejos de gramática del siglo VII escritos por Isidore, el erudito convertido en santo de Sevilla.

Actualmente se sabe que las 310 hojas de pergamino (620 páginas completas) de la “Biblia del Diablo” están hechas de vitela, de las pieles procesadas de 160 animales, muy probablemente burros. También se cree que algunas páginas fueron eliminadas y nadie sabe qué fue de ellas. Además, toda la Biblia del Diablo está escrita en latín.

Dicho esto, el cuento proporciona una útil, aunque inverosímil, explicación de por qué hay una ilustración gigante del demonio en el Codex Gigas. Esta asociación satánica ha dado lugar a muchas conjeturas que se añadían por la conspiración con respecto a los orígenes y el propósito del manuscrito.

 

Image: Wikimedia Commons

Lo cierto es que, teniendo en cuenta que es imposible escribir 620 páginas completas en una sola noche, los expertos de la Biblioteca Nacional de Suecia, lugar donde descansa la obra, creen que una sola persona habría tardado entre cinco y 30 años en completarla.

Si el monje trabajó durante seis horas al día y escribió seis días a la semana, esto significa que el manuscrito podría haber tomado alrededor de cinco años en completarse. Sin embargo, si era realmente un monje, es posible que solo haya podido trabajar unas tres horas al día, lo que significa que el manuscrito podría haber tardado diez años en escribirse.

Además, quienquiera que fuera también decoró el manuscrito, por lo que todo esto significa que el trabajo probablemente tardó al menos veinte años en completarse, e incluso pudo haber tomado hasta treinta o más.

¿Su identidad? Muchos expertos se han acercado a la obra en busca de esa persona que dedicó gran parte de su vida a esta Biblia. Los análisis y estudios han verificado que la escritura pertenece a una sola persona, y muchos apuntan a una firma que existe dentro del texto, “hermann inclusis” (“Herman el Recluso”), como evidencia de su solitario autor. 

En cuanto a su ubicación actual, al parecer, el Códex Gigas original terminó en Suecia gracias al saqueo. En los últimos días de la Guerra de los Treinta Años(una serie de batallas libradas entre protestantes y católicos entre 1618 y 1648), los suecos asaltaron Praga y recogieron una variedad de valiosos libros, incluida la Biblia del Diablo.

En ese momento, la reina Cristina de Suecia tenía la costumbre de robar libros de otras naciones como “botín de guerra” y usarlos para mejorar las bibliotecas de su propio país. Polonia, Alemania, los Estados bálticos y Dinamarca se encontraban entre los lugares cuyas estanterías saqueó en nombre del conocimiento.

 

Image: Wikimedia Commons

Después de ser arrebatado de Praga y enviado de regreso a Suecia, el Códex Gigas se mantuvo en el castillo real en Estocolmo. Cuando el fuego atravesó el castillo en 1697, el libro fue arrojado por una ventana para evitar que quedara envuelto en llamas. Aunque dañado por la caída de cuatro pisos, sobrevivió. Según la la Biblioteca Nacional de Suecia:

Se dice que una persona que estaba debajo de la ventana se hirió en el proceso. Esto es probablemente solo una historia, pero lo cierto es que el volumen fue muy dañado.

El Codex Gigas fue reparado en 1819 junto a sus hojas dañadas. El manuscrito restaurado se encuentra actualmente en exhibición en la Biblioteca Nacional de Suecia en Estocolmo como parte de la exposición Tesoros de la biblioteca. 

 

 

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