¿Pueden los animales detectar los terremotos?
Diversos científicos a nivel mundial han tratado de comprobar que los animales tiene la capacidad de predecir cuándo va a ocurrir un temblor, mientras que otros refutan estas teorías.
A continuación se les presentarán varios estudios que han investigado el tema, a fin de que cada quien se genere su propia opinión.
Tal es el caso del estudio realizado en L’Aquila, Italia, en 2009, el cual sugiere que los animales pueden detectar cambios químicos en las aguas subterráneas que se producen cuando un terremoto está a punto de tener lugar.
En este caso, el grupo de científicos estudio a sapos que pertenecían a un estanque alejado de la civilización.
LOS SAPOS:
Estos científicos italianos dirigidos por la zoóloga Rachel Grand, notaron que los animales se fueron cuando se produjeron vibraciones en la ionosfera del aire antes del seísmo.
Más tarde el mismo equipo pudo comprobar que los corrimientos de tierra liberan a la atmósfera una gran concentración de iones de oxigeno de origen geológico. Estos iones pueden reaccionar con el agua creando peróxido de hidrógeno (que normalmente llamamos agua oxigenada) y esta variación de concentración debería ser detectada por animales acuáticos como peces y anfibios. Si los sapos notan que su charca está más ácida de lo normal se alejaran de ella una temporada.
Adicionalmente, otro estudio de 2011, de la Open University en Reino Unido, encontró que las tensiones que se acumulan a lo largo de las líneas de falla del terremoto liberan partículas con carga eléctrica que se trasmiten por las rocas produciendo cambios químicos en las aguas subterráneas.
Esto podría haber sido la razón de que los sapos de repente dejaran sus estanques unos días antes del terremoto que golpeó L’Aquila, en Italia, en 2009. Ya que su estanque se hallaba a 74 kilómetros del epicentro del terremoto.
LAS AVES:
La carga positiva podría incluso afectar los campos electromagnéticos que murciélagos y pájaros utilizan para orientarse, pero aun no hay ninguna evidencia concreta de esto.
ANIMALES TERRESTRES:
Respecto a los animales terrestres, un grupo de físicos estadounidenses dirigidos por Catherine Dukes, demostró en su estudio que la fragmentación de cualquier roca libera grandes concentraciones de ozono al exterior.
Este gas es un pariente cercano del oxígeno (tiene tres átomos de oxígeno en vez de dos), no es respirable por nosotros y tiene un ligero olor dulzón. Si los animales pudieran sentir los cambios bruscos de ozono, podrían notar la presencia de alguna falla tectónica a punto de deslizarse y por tanto un futuro terremoto, pero aún no han encontrado pruebas de que esto pase en los animales.
