De la Ciudad

Prevención de enfermedades cardiovasculares es tarea de todos

La prevención de enfermedades cardiovasculares empieza  cuando cada uno de los ciudadanos sean corresponsables de controlar los factores de riesgos, ya que es la sociedad en conjunto con el Estado, el actor fundamental para disminuir estas patologías.

Tal señalamiento lo hizo Mauro Herrera,  jefe la Unidad de Cateterismo y Hemodinamia del Hospital Dr. José María Vargas, quien señaló la importancia de las comunidades organizadas para que sean partícipes y protagonista de la educación, promoción y prevención de las enfermedades cardiovasculares.

De acuerdo al concepto epistemológico de la hemodinamia, explicó que hemo significa sangre y  dinamia= movimiento, es decir, donde se mueva la sangre el equipo de Hemodinamia va a trabajar.

Herrera señaló que existen dos tipos de factores, los modificables que son: hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes y el sedentarismo, la mezcla de estos cuatro puede ser contraproducente. Los no modificables son aquellos que no se pueden alterar, dentro  de los cuales se encuentran el sexo, raza y edad.

Por tal razón, recomendó a las y los venezolanos por encima de los 25 años, a  que vayan a una consulta cardiológica anual y después de los 30 años debe hacerse,  como parte de la evaluación cardiovascular, una prueba de esfuerzo.

Informó que realizan cerca de 70 procedimientos mensuales entre cateterismo cardiacos, argioplagia coronaria, argioplagia de miembros inferiores y marcapaso, ya que existe un acuerdo entre cirugía cardiovascular y  cirugía del hospital Vargas, que trata de que cada paciente que llegue al nosocomio,  en plan de amputación, tiene que ser evaluado por esta unidad,  la cual ha traído como resultado   salvar a  dos pacientes en menos de dos meses de una amputación a nivel de la cintura.

“Esto es importante porque la población con incidencia de la enfermedad en los miembros inferiores en nuestro país es más o menos entre 18 y 22%, siendo las más afectadas las mujeres”. Mencionó que un paciente que es amputado de un miembro, en los próximos 4 años, la mortalidad alcanza hasta un 80%,  por eso es importante atender todo, la parte coronaria, miembros inferiores, dando respuestas de manera oportuna”, finalizó.

Dayana Martínez y Rosa González/

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