Plan Parto Humanizado prevé erradicar la Violencia Obstétrica
Este precepto garantiza y promueve el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia
Este jueves 14 de diciembre se realizó una conferencia sobre “Derechos Humanos de las Mujeres y Derechos Sexuales y Reproductivos” dirigido a las promotoras comunales del Plan Parto Humanizado, que continúan en formación para atender a las gestantes en sus comunidades.
Este programa de aprendizaje se está implementando en el territorio nacional, en esta oportunidad mujeres de Caracas y Miranda recibieron esta formación que “les da un panorama general de todo lo que son derechos humanos y cómo se aplican sobre la autonomía del cuerpo femenino”, así lo aclaró la directora general de Formación e Investigación para la Igualdad y Equidad de Género, Gabriela Malguera, durante su exposición.
“Seguimos trabajando con estas promotoras de la segunda cohorte para que sean partícipes del proceso de humanización del parto y del nacimiento, donde la mujer, el o la bebé y el padre son centro y no objetos fragmentados en ese proceso tan importante”, dijo.
En este taller se vinculó el tema de Derechos Humanos fundamentales y la erradicación del modelo médico hegemónico.
Dicho tema lo abordó el médico especialista en ginecología y obstetricia, Pedro Elías Gutiérrez, quien indicó que en los recintos universitarios les hacen creer que la medicina es la primera alternativa y aparta y oculta prácticas ancestrales sobre el parto y la gestación.
“Científicamente la manera más fácil de evacuar la pelvis es en cuclillas (posición vertical). De alguna manera se ha secuestrado el proceso fisiológico de dar a luz”, aseveró.
Informó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que entre 10 y 15 % de los embarazos terminen en cesárea solo si es imperativo realizar esta práctica quirúrgica. “Estamos tan intoxicados con este método (cesárea), que en Venezuela más del 55% de las gestantes exigen esta operación”, añadió.
Recordemos que la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, establece la violencia obstétrica como: “la apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.
Este precepto garantiza y promueve el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos.
Finalmente, acotó que la sustancia química “Pitocín” que se les coloca muchas veces a las mujeres para acelerar el proceso de dilatación, genera sufrimiento y mucho más dolor del que se prevé en un parto normal, este “podría reemplazarse por otros métodos menos turbulentos”.