Opinión

Perros cuidando longanizas

Confío en que el sentimiento peronista se imponga e impida una tragedia para el pueblo argentino y para la América Latina

Las recientes elecciones para la Presidencia de la República Argentina dieron un resultado un tanto curioso, preocupante para quienes militamos en el sueño de construir la Patria Grande y en el pensamiento y ejemplos de Simón Bolívar y San Martín, Hugo Chávez y Juan Domingo Perón y/o en el pensamiento marxista, pero asimismo pedagógico para todos.

Ver los resultados: Scioli, con casi 37%; Macri, con algo más del 34%; y Massa, con algo así como el 20%, y percibirlo como un final de fotografía de una carrera de caballos (o de burros, como se diría en Buenos Aires), no es más que una estupidez demasiado elemental.

Sin entrar en detalles, es necesario recordar que el Imperio británico tiene más de un siglo con sus garras metidas en Argentina. También los gringos después de la Segunda Guerra Mundial, y en las últimas décadas el gobierno israelí. Sus políticas, sus capitales e intereses económicos y sus cuerpos de inteligencia.

Cómo destrozaron meticulosamente esos imperios el extraordinario proyecto de país imaginado y desarrollado por Perón está descrito, con diferentes visiones, por supuesto, en muchos libros. Comenzando por el libro del propio general Perón: La fuerza es el arma de las bestias. Basta recordar un par de citas: "Como quiera que ello sea, tanto la dictadura (de los militares que lo derrocaron en 1955) como la United Press, ponen en evidencia una falta absoluta de sinceridad y seriedad, al asociarse en la falsificación de noticias que reparte la segunda para engañar al mundo" (pág. 270, edic. 1956); y: "En una palabra, la estructura jurídico-legal denominada Banco Central posee atributos que contrarían abiertamente a la constitución de una Nación democrática y le permiten el manejo integral de toda su vida económica". Nos hace recordar discursos de nuestro querido e inolvidable presidente Hugo Chávez.

Después de llevar a ese gran país a la bancarrota, y sobre todo a la crisis del 2001, surge, de un difícil proceso electoral, Néstor Kirchner, quien por cierto tuvo que ir a un ballotage con Menem del cual este último se retiró advirtiendo su derrota. Renació la esperanza del pueblo argentino.

En 2005, en Mar del Plata, Hugo Chávez y Néstor Kirchner protagonizaron la gigantesca derrota del Alca. Por mera casualidad ambos presidentes están muertos, y ambos tuvieron cáncer.

Me consta la participación personal en lograr la incorporación de Venezuela al Mercosur. Chávez, con Kirchner, Lula, Evo, Correa, lograron la construcción de Unasur y otras formas de integración regional.

Con el gobierno de Cristina no fueron pocos los problemas para desgastarla, por curiosas circunstancias la CGT le retira el apoyo. También la asociación de pequeños y medianos productores del campo (más de 100 mil chacareros), también diversos grupos sociales populares se alejan. Ni qué decir de la brutal campaña de los fondos buitres contra su gobierno. Para más ñapa, el "caso Nisman". Amén de las clásicas "internas".

El pensamiento nacional y popular ha pasado y está pasando por pruebas de fuego.

Durante la campaña electoral la guerra de encuestas, la manipulación mediática y la falacia descalificadora de las redes sociales hicieron su trabajo. Pero, al igual que en Venezuela, la campaña y la política de la oposición mantiene una evidente sintonía con la embajada norteamericana. Que en mi opinión y la de otros amigos que conocen mejor que yo los intríngulis de la política argentina, pienso que el electorado peronista fue conducido a votar separado en esas elecciones. Massa y su grupo fue el instrumento. No tengo dudas de que un sector del peronismo tenía (o tiene) fundamentadas razones para discrepar de la actual gestión o no compartir rasgos del candidato Scioli. Pero las discrepancias o la ausencia de simpatía con Scioli son razones que están por encima del corazón peronista que late en el pueblo argentino.

No deja de ser curioso que diferentes encuestadoras le dan a la gestión de la presidenta Cristina Fernández el 54% o más, y los resultados electorales son los que cité al comienzo de esta nota. Y como dice José Pablo Feinmann, en artículo reciente publicado en Página 12, todo lo que no es químico, es política. Una elemental cuenta matemática permite comprender que la sumatoria del electorado de Scioli y de Massa, que según entiendo ambos son peronistas, se parece mucho al que parece tener la presidenta Cristina en aprobación de su gestión.

Es importante para los venezolanos saber que Sergio Massa, cuando es investigado en las redes, información de WikiLeaks informa que es confidente de la embajada norteamericana en Buenos Aires. Sólo esto permite suponer una meticulosa y hábil maniobra de la inteligencia gringa para lograr el triunfo de su testaferro, Macri. ¿No valdría la pena preguntarnos los venezolanos cómo está jugando la inteligencia gringa con la guerra económica, con la descalificación del CNE, construyendo la matriz de opinión de un supuesto fraude, promoviendo en el chavismo la abstención a partir del descontento que surge por los múltiples problemas que desprenden de la guerra económica, la especulación, el acaparamiento, el contrabando, la violencia y la inseguridad inducida?

Para terminar de encaratar las elecciones del 22 de noviembre, los medios argentinos publicaron la especie de que el Estado Islámico (EI) está amenazando con generar terror en Buenos Aires, incluso citan el centro comercial Abastos y el Unicentro. Y "chas", como por obra de la casualidad, aparecen la CIA y el Mossad ofreciéndose para "ayudar" al gobierno argentino a protegerlo contra el Ei. Los mismos que crearon el EI en el Medio Oriente van a cuidar a los bonaerenses. La maniobra está clara: los socios de Macri van a aparecer como Superman a luchar contra el terrorismo y el héroe, Macri.

Perros cuidando longanizas.

Confío en que el sentimiento peronista se imponga e impida una tragedia para el pueblo argentino y para la América Latina.

/N.A

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