Opinión
Periodismo
El primer ministro soviético, Nikita Kruschev, tomó una mañana el Pravda, lo ojeó y lo desechó. Comentó: “nuestros periódicos no aguantan dos lecturas”. Se refería a lo plano y desangelado de ese periodismo. Del otro lado, en EEUU, insurgía un movimiento irreverente que se conoció como Nuevo Periodismo y, en América Latina, una guerrilla de las letras que hizo saltar la prensa manualesca que bajo el lema de “los hechos son sagrados”, se quedó esclerosada en “lo que ocurrió”.