Panda busca su propio espacio en San Francisco
Cuando Pablo Sandoval se presentó en Scottdale, en Arizona, donde los Gigantes de San Francisco se acuartelan en la primavera, lo hizo a su manera. Su voz retumbó, detallan los reportes. Fue el dicharachero de siempre, que hace bromas apenas llega. Eso es lo normal. Nada nuevo. Lo que sí destacó esta vez es que en su bolso había varios tipos de guantes.
El Panda estaba armado con un guante para el infield, el que mayormente ha usado para su rol de antesalista; también tenía una manopla de jardinero, un mascotín para la primera base y una mascota de receptoría, artículo que evocaba sus comienzos como pelotero profesional.
Ser un utility no está en la naturaleza del carabobeño. No obstante, la amplia variedad de guantes que ahora guarda en el locker posee una función: estar listo para todo.
Está consciente de que sus opciones son escasas en la tercera almohadilla, esquina en la que ganó tres anillos de Serie Mundial con los Gigantes, y en la que trató de ser una estrella en los Medias Rojas de Boston, pues durante el invierno la organización de la bahía contrató a Evan Longoria.
“Él es un chico duro”, le dijo Sandoval a The Mercury News. “Es un gran bateador, un gran jugador defensivo y, especialmente, un buen compañero de equipo. Por lo que he escuchado es uno de los mejores”.
Las ansias del Panda por entrar en acción son evidentes. Se presentó mucho antes que los jugadores de posición fuesen convocados (la fecha es mañana) y tomó rollings en la inicial. Si bien necesita poner sus reflejos en forma, su peso no parece ser un problema este año, incluso el manager Bruce Bochy piensa que el oriundo de Puerto Cabello luce bien.
Inconveniente rocoso. El jardinero Gerardo Parra no podrá atrapar elevados ni hacer swings en los primeros días de la primavera. Su trabajo en Scottdale, cuartel general de los Rockies de Colorado, se basa en recuperarse de una lesión en la mano derecha. De acuerdo con el periodista Thomas Harding, de MLB.com, el zuliano fue operado el 9 de febrero por un hueso roto.
“Sentí una molestia en la mano y me operaron. No es nada grave, ya inicié mi rehabilitación y, con el favor de Dios, estaré jugando en tres semanas con el equipo”, le dijo Parra a la agencia Cárdenas Sports Media. “No tendré problemas en estar listo para el Día Inaugural”.