Pakistán llora a más de mil muertos por ola de calor
La televisora Geo News destacó que los hospitales de la región atendieron esta semana a unas 80 mil personas con deshidratación y problemas relacionados con las altas temperaturas, que comenzaron hace siete días
La brisa del mar y la nubosidad otorgaron este sábado un respiro a los habitantes de la sureña provincia pakistaní de Sindh, donde murieron al menos mil 150 personas por una ola de calor.
La televisora Geo News destacó que los hospitales de la región atendieron esta semana a unas 80 mil personas con deshidratación y problemas relacionados con las altas temperaturas, que comenzaron hace siete días.
Según las autoridades, la ciudad de Karachi, la más poblada del país con unos 20 millones de habitantes, sufrió los mayores embates de la ola de calor, la más fuerte en la región desde 1981.
Aunque por estas fechas son habituales las altas temperaturas en Pakistán, este año coincidió con el inicio del mes del Ramadán, durante el cual millones de musulmanes se abstienen de comer y beber desde el amanecer hasta la puesta del sol.
La situación se volvió tan dramática, que los clérigos autorizaron a los fieles a romper el ayuno para evitar más muertes.
A esto se sumaron los numerosos cortes de electricidad en Karachi, que provocaron duras críticas del gobierno y la ciudadanía contra las compañías del sector, y que paralizaron el sistema de abastecimiento de agua potable.
La Fundación Edhi, con una red de morgues y ambulancias en Karachi, señaló que sus instalaciones ya no dan abasto para albergar más cuerpos.
En uno de esos centros fueron enterrados ayer 50 cadáveres sin identificar en una ceremonia en la cual los trabajadores ofrecieron oraciones fúnebres.
La llegada de las brisas y la nubosidad fue recibida con alegría por la población.
Este viernes la temperatura máxima fue de unos 36 grados centígrados, nueve menos que el pasado sábado, subrayó el doctor Hanif, del Centro Meteorológico Nacional.
Como parte de las medidas adoptadas, las fuerzas armadas instalaron 29 puestos para socorrer a la población en Karachi, mientras la Autoridad Nacional para el Manejo de Desastres instaló tanques de agua para los viandantes.
Los partidos políticos, tanto nacionales como regionales, utilizaron el tema para acusarse mutuamente por la lenta respuesta. También el gobierno del primer ministro Nawaz Sharif, y el de Sindh recibieron un aluvión de críticas por su gestión en la crisis.
En ese sentido, un grupo de personas presentó una demanda ante el Tribunal Superior de la provincia contra los dos ejecutivos, a los que acusan de no garantizar el suministro de agua y electricidad.
/N.A