Opinión

Oposición sadomasoquista

En la batalla de rumores la oposición no hace sino perder. En primer lugar porque las murmuraciones son tan infames que solo consiguen indignar y por tanto fortalecer a los chavistas

En la batalla de rumores la oposición no hace sino perder. En primer lugar porque las murmuraciones son tan infames que solo consiguen indignar y por tanto fortalecer a los chavistas. En segundo lugar la oposición más enloquecida se queda con el terror y la desmoralización. Pura pérdida.

Es mucho lo que se puede decir del rumor, que es irresponsable, que es impune, que es retorcido. Hay rumores que tienen miles de años, muchas de las que tenemos por verdades históricas son solo chismes. Algunos chismes vienen engalanados por la literatura. Hace poco fueron hallados los restos de Ricardo III de Inglaterra y se verificó el rumor de que era jorobado, pero ¿cómo vencer la versión trágica de su vida según Shakespeare? Nada menos que Shakespeare, que contó aquella escena famosa: estaba Ricardo rodeado de enemigos en una batalla, le habían matado el caballo y en una de las voces más dramáticas de la historia teatral, exclama: “¡Un caballo, mi reino por un caballo!”. Difícil competir con Shakespeare.

Porque el rumor también tiene su arte, como el chisme. Si alguien chismea que Fulano entró en una arepera y se comió una de reina pepeada con un jugo de guanábana, hay pocas probabilidades de que el chisme se propague. Pero si alguien cuenta que la reina pepeada se hizo en homenaje a Susana Duijm, que acababa de ganarse el primer Miss Mundo de Venezuela, el cuento tiene una alta tasa de propagación. Es más, poco importa verificar si fue cierto: el chisme tiene tal potencia que rebasa todas las resistencias epistemológicas.

Internet ha multiplicado exponencialmente esa tasa de propagación. Antes la cosa viajaba a la velocidad del “boca a oreja”, pero en Internet es distinto. Una vez se divulgó que cierto microprocesador cometía un error de 0,000000000000001 cada vez que se multiplicaba por π al cuadrado cuando un elefante rosado pasaba por la esquina de Tracabordo comiéndose una torreja. La información estuvo en todas las pantallas en cosa de media hora. Lo llaman expansión viral.

La idea del robo de niños para extraerles órganos es viejísima y perversa, pero tiene un alto poder de propagación.

La única manera de combatir el rumor es con información confiable y oportuna. Pero mientras dura hace mucho daño. A la oposición.

@rhm1947

/N.A

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