Maduro representa al poder popular
Las elecciones venezolanas le plantean dos caminos a los ciudadanos.
El próximo 28 de julio se llevará a cabo en Venezuela un proceso electoral donde se pone en juego la continuidad del gobierno venezolano y su candidato Nicolás Maduro, los múltiples factores de la derecha venezolano se han enfilado para entorpecer el evento democrático.
Mientras que el gobierno sigue junto al poder popular y movilizando a las bases, atendiendo sus necesidades y cumples con las demandas solicitadas por el pueblo, el presidente de la República, Nicolas Maduro Moros, y también candidato de la patria a las próximas elecciones.
La múltiples encuestas, pocos sospechosas de ser un elemento de la izquierda mundial, han manifestado en múltiples ocasiones, que todo está dado para que le presidente y candidato, Nicolás Maduro, consiguiendo reelegirse en el cargo. Un hecho por muy alentador que parezca, no desenfoca al gobierno de sus obligaciones.
El presidente Maduro, más allá de someterse a las urnas, apegado a su vocación popular, hizo un recorrido a lo largo y ancho del país, donde se reunión con las besas y cada uno de los militares y pueblos en general, donde atendió y escucho las demandas y necesidades de cada uno de los venezolanos, donde pudo constatar im situ el avance de las obras, la influencia y el alcance de las misiones y programas sociales. Como también las carencias y fallas de los gobiernos locales.
Este proceso electoral esta marcada por la dicotomía entre el candidato de la patria, que ha sabido hacerle frente a una de las crisis más graves y profunda que ha vivido el país, que desde el día uno no ha dejado de estar a lado del pueblo.
Mientras que la derecha apegada a sus principios sigue por le mismo camino antidemocrático, buscado enlodar este proceso y no entrar en el redil democrático y electoral, no asumido las voluntades del poder popular.