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Murió «Sudán» el último macho de rinoceronte blanco del mundo

Hace semanas que se temía por su vida. Después de una larga agonía provocada por diversas complicaciones en su estado de su salud los veterinarios de la reserva natural keniana de Ol Pejeta han decidido sacrificar el 19 de marzo al último ejemplar macho de rinoceronte blanco del norte macho que quedaba en el mundo.

Conocido familiarmente como Sudán, durante muchos años fue la última esperanza de reproducción de una especie que durante las últimas décadas ha sido víctima de la caza furtiva, los conflictos armados y la pérdida de su hábitat natural.

Sudán vivía en Ol Pejeta desde 2009 y había formado parte de diversos programas de reproducción, ninguno de los cuales consiguió sus objetivos de conseguir un nuevo macho reproductor de la subespecie.

"Su enfermedad empeoró significativamente en las últimas 24 horas; era incapaz de ponerse de pie y lo estaba pasando muy mal", informó hoy en un comunicado la reserva Ol Pejeta, que junto al equipo veterinario del zoológico checo Dvur Králové y al Servicio de Conservación de la Fauna keniana (KWS) decidieron someterlo a eutanasia.

Sudán se recuperó con éxito a finales del año pasado de una infección en su pata derecha derivada de su avanzada edad, pero a finales de febrero se descubrió que había recaído y que, esta vez, la afección era "mucho más profunda".

Desde entonces los veterinarios han buscado la manera de curarlo e incluso de perpetuar la especie, pero las complicaciones de su pierna, combinadas con la avanzada edad del rinoceronte -45 años- han hecho que la criatura haya tenido que morir.

"Sudán será recordado por su memorable y singular vida", estimó la reserva, que explicó que en los años 70 consiguió sobrevivir a la extinción de su especie y fue trasladado al zoológico Dvur Králové, en la República Checa. Al final de su vida consiguió volver a África, a la reserva natural situada en Laikipia, en el centro-oeste de Kenia.

La reserva informó de que se ha extraído "material genético" de este singular ejemplar, en un nuevo in tento para futura reproducción por clonación; "una esperanza a futuros intentos de reproducir la especie de rinoceronte blanco a través de técnicas genéticas avanzadas", según la reseva natural. En la actualidad viven dos hembras, ambas hijas de Sudán, también en Ol Pejeta, pero la fecundación por clonación nunca se ha intentado con rinocerontes.

Sudán alcanzó gran popularidad después de una campaña lanzada en la red social Tinder por los responsables de Ol Pejeta para conseguir los 9 millones de dólares necesarios para desarrollar las técnicas de fertilización asistida válida para estos animales.

"Soy único. Soy el último rinoceronte blanco macho en el planeta Tierra. No quiero parecer un aprovechado, pero el destino de mi especie depende, literalmente, de mí. Actúo bien bajo presión. Mido 1,82 metros y peso 2.267 kilos, por si esto importa", describe en su perfil.

Durante años, la caza furtiva de estos animales ha contribuido a su inminente extinción, ya que sus cuernos se pagan a precios superiores al oro en el mercado asiático debido a supuestas propiedades curativas y afrodisíacas, algo que lo convierte en un producto codiciado. 

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