Misión Árbol realizó jornada de reforestación
Movidos por el amor a la naturaleza, estos voluntarios y voluntarias dejan de lado sus actividades personales para dedicar varias horas de su vida al cuidado amoroso de las especies vegetales, indispensables para la producción de agua
Hombres, mujeres y niños, con un elevado sentido ecologista, constituyen el voluntariado de la Misión Árbol y este sábado se reunieron de nuevo para realizar actividades de reconocimiento florístico y reforestación.
Movidos por el amor a la naturaleza, estos voluntarios y voluntarias dejan de lado sus actividades personales para dedicar varias horas de su vida al cuidado amoroso de las especies vegetales, indispensables para la producción de agua.
Esta vez les tocó llevar su entusiasmo y sus herramientas al Parque Nacional Macarao, ubicado en el estado Miranda y en el que se encuentran las cuencas de los ríos Macarao y San pedro, principales fuentes de agua potable de la ciudad capital.
Dafne Rangel, parte del voluntariado de la Misión árbol expresó emocionada: “Es una experiencia maravillosa porque somos promotores y estamos participando de la reforestación del parque. Tenemos que cuidar el planeta para las generaciones futuras, yo traje a mi hijo, estoy enseñándole nuevos valores. ”
Ronald Diaz, participante de la actividad, comentó: “Soy biólogo de profesión, egresado de una universidad peruana. La actividad del voluntariado es necesaria porque siembra conciencia, indistintamente del color político o tendencia que uno pueda tener porque el ambiente es la herencia que le vamos a dejar a nuestros hijos.”
Ismael Godoy, Coordinador del Dtto capital de Misión Árbol señaló: “Hoy nos vinimos a reconocer cómo es la vegetación de este espacio y a rescatar algunas especies que están a orilla de carretera para plantarlas en un lugar más seguro para su desarrollo y crecimiento”.
José Jesús Díaz, responsable del voluntariado resaltó que “una de las cosas que nosotros hemos incentivado es que el voluntariado no caiga en una práctica sin direccionalidad pero tampoco caiga en una práctica chapucera. Buscamos combinar la teoría y la práctica para hacer un trabajo que perdure y tenga cierta trascendencia”
Para finalizar, Solangel Nuñez, también voluntaria, hizo un llamado “Les invito a que se registren en la página del Voluntariado www.misionarbol.gob.ve para ir sumando voluntades en torno al cuidado de la Pachamama”