Opinión

Mis ojitos

Muy a propósito de este abril que discurre en este año 18 de la revolución, donde el élan vital de Hugo Chávez permea sinuoso calles, avenidas, regiones, ríos, cauces; anda por las fábricas, en las aulas de clases, en el campo, en la tierra cultivada

Muy a propósito de este abril que discurre en este año 18 de la revolución, donde el élan vital de Hugo Chávez permea sinuoso calles, avenidas, regiones, ríos, cauces; anda por las fábricas, en las aulas de clases, en el campo, en la tierra cultivada. Chávez está en todas partes. En el 2012 él decía: “ya yo no soy yo; Chávez está en el pueblo, Chávez está en cada uno de ustedes”.

Bien es cierto. Chávez se mantiene con una presencia dinámica, movilizadora. Su nombre es pronunciado cálidamente por cualquiera de nosotros, -de forma espontánea. No solo en Venezuela, Chávez es recordado por muchos más allá de nuestras fronteras, por su insistencia de acercar a los pueblos, de tender lazos de unión, ayuda y fraternidad sobre todo con aquellos países que estuviesen pasando por momentos críticos.

Del otro lado hay quienes se burlaron del presidente Chávez, siempre poniendo en tela de juicio los logros de la revolución. En el tiempo transcurrido, sobre todo después de 2002, vencido el golpe de Estado, la fuerza renació; Chávez se multiplicó. Se instauró el tiempo de Misiones. Todos a una, a hacer tangibles los sueños. A dar todo por nuestra patria.

El temor que siente la oposición hacia la figura de Chávez no es gratuito. Es un contendor de alto calibre como reconocen muchos. Y aunque hoy físicamente no está con nosotros, está su legado. La mirada y el rostro de Chávez están en las Canaimitas, en los Infocentros, en los Satélites, en la Misión Sucre, en el Cardiológico Infantil, en la Gran Misión Vivienda Venezuela, en el combate a la pobreza que permitió superar los índices de desarrollo humano.

Un atribulado Ramos Allup que está muy confundido desde el 6-D, pues cree que es Presidente de la nación, quiso anular a ese formidable contendor que es Chávez. Primero lo sacó de los espacios de la AN profiriendo improperios que le quedaron muy mal, si tomamos en cuenta el cargo que ocupa. ¡Craso error! Como Ramos Allup siente la penetrante mirada de Chávez, mandó a quitar la cara con los ojos de Chávez del edificio administrativo de la AN, según dijo porque le hace sombra. Lo que no pesca HRA es que burla-burlando, los ojos de Chávez -sin pestañear- lo siguen observando.

Profesora UCV

/N.A

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