Mira las ocho situaciones que solo entenderás si amas la música vieja

No es que odiemos la música actual, pero si tenemos que elegir entre ir a un bar de rock clásico o a una discoteca de moda la respuesta es casi obvia, por ello hoy te contamos ocho situaciones de la vida cotidiana que solo entenderán los amantes de la música vieja.

Muchos tuvieron la oportunidad de descubrir grandes bandas de los 70s y 80s gracias a sus padres y terminaron por enamorarse de la música vieja desde pequeños y aunque los gustos van cambiando con el tiempo, si hay algo que marca y permanece es la música con la se creció.

El problema es que no son tantas las personas contemporáneas a nosotras que disfrutan de este tipo de canciones, generando situaciones como estas:

1.- No importa qué tan vieja sea la música, siempre iremos a los conciertos

Puede que la mitad de los integrantes de la banda ya no estén, que no luzcan como cuando volvían locas a las chicas hace 40 años o que su energía no sea la misma, nosotros pagaremos lo que sea por ver en el escenario a artistas como Paul McCartney, los Rolling Stones, Sting, Rod Stewart o Joe Cocker.

2.- Cuando nos cambian el radio en el carro

Si manejamos solos podemos escuchar la música vieja que más nos gusta, pero cuando se sube alguien al auto es muy probable que nos cambie la estación porque “esa música es aburrida”.

3.- Cuando nadie se sabe la canción

Si tenemos la suerte de escuchar nuestra canción favorita, no dejamos pasar la oportunidad de cantarla. Pero ya estamos acostumbradas a que seremos los únicos porque posiblemente nadie más la conoce.

4.- Cuando esperamos la última parte del matrimonio

No es que la pasemos mal el resto de la celebración, es solo que sabemos que es al final cuando ponen la música vieja. Muchos pensarán que ya los quieren botar de la fiesta, pero para nosotros la cosa recién empieza.

5.- Cuando nos indigna la letra de las canciones de ahora

Eso de “nos juntamos como animales” o “cuando siente el boom del perreo intenso” no se compara con el mensaje de las canciones de antes. A veces preferimos enfocarnos en el ritmo y no en la letra.

6.- Cuando nadie quiere que pongamos nuestra música

Llegamos a la reunión y no hay música. Entonces ofrecemos conectar el celular para amenizar la ocasión y no falta quien diga que nuestra música “da sueño”. Lo mismo ocurre en un carro ajeno.

7.-Cuando nos irrita escuchar un mal cover

No todo es malo en este mundo, hay artistas que hacen muy buenos cover de canciones de hace 30 o 40 años. Pero no faltan los grupos (especialmente las boybands) que se lanzan a hacer una versión de un clásico y solo nos dan ganas de apagar la radio y lanzarla lo más lejos posible.

8.- Cuando sentimos que nacimos en la época musical incorrecta

Hoy podemos disfrutar de la tecnología y la modernidad, pero nuestro corazón está con la música del pasado.