Los Bandoleros del Sur
Así como una película del Viejo Oeste, bien se podría titular el intento de la extrema derecha suramericana por agredir a Venezuela, bloqueando y cercenando los derechos de nuestro país en un organismo regional como el Mercado Común del Sur (Mercosur). Este organismo es de vital importancia por ser “la quinta potencia mundial, conformado por 270 millones de habitantes (70 por ciento de la población de América del Sur), un Producto Interno Bruto (PIB) de 3,3 billones de dólares y un territorio de 12,7 millones de kilómetros cuadrados”.
Los Bandoleros del Sur, integrado circunstancialmente por tres roñosos gobiernos de derecha (Brasil, Argentina y Paraguay) no han ofrecido nunca ayuda a Venezuela para enfrentar las dificultades originadas por la Guerra Económica. Sin embargo, se desviven diariamente en irresponsables y maliciosas declaraciones atacando al país, como si quisieran revivir los irracionales episodios de la Guerra Fría o la Santa Inquisición Española.
Es un guion bien orquestado y sincronizado para bloquear y boicotear la presidencia pro tempore de Venezuela en el Mercosur, la cual le corresponde por el mecanismo de rotación semestral previamente aprobado por todos los países del organismo. Está claro que esta posición meramente política, “contraría frontalmente los principales instrumentos jurídicos del Mercosur. Venezuela es un Estado Parte, con pleno gozo de sus prerrogativas y no está sometida a ningún tipo de sanciones en el ámbito del bloque” como bien ha señalado la Comisión de Asuntos Económicos del Senado brasileño.
Los Bandoleros del Sur actúan sin soberanía alguna, siguen las instrucciones dadas desde el Norte. Esta facción de cuatreros vive alimentada por el odio de las oligarquías criollas del continente. No son más que unos títeres moviéndose al compás de los hilos imperiales y al ritmo de las grandes corporaciones depredadoras.
Pareciera que esta gente quiere imponer sus posiciones a las bravas. Sus posturas son antidemocráticas, de irrespeto a un país miembro, un país soberano, con un gobierno y un pueblo soberano, que está en pleno combate por superar serias dificultades económicas.
En todo caso, es evidente el cambio ideológico ocurrido con los nuevos gobiernos de derecha. Los Bandoleros del Sur han hecho un giro extremo hacia al Neoliberalismo. Veamos algunos datos:
Brasil:
La posición de Brasil es una vergüenza. Es inmoral. Este es un gobierno de extrema derecha surgido de un Golpe Parlamentario. Temer es un presidente interino, espurio, con un rechazo que supera a más del 75% de la población brasileña (tremenda rechifla se ganó, en vivo y directo, desde el estadio Maracaná). En sus escasísimos dos meses de gobierno ha iniciado un viraje sin retorno hacia las recetas neoliberales. Sin vergüenza alguna y con la excusa de reducir el gasto público ha empezado a aplicar un paquete para privatizar las empresas públicas, alargar las edades de las jubilaciones, aumentar las horas laborales, eliminar los programas sociales y despedir a miles de funcionarios públicos. Agregando además que Temer está inmerso en innumerables denuncias de corrupción, un pasado oscuro que hoy lo alcanza.
Argentina:
En el caso de Argentina, su presidente de extrema derecha Mauricio Macri tiene menos de un año en el poder. Sin embargo, la aplicación de la agenda neoliberal ha sido implacable y certera. Ha aumentado todos los servicios públicos, los impuestos y ha despedido a miles de funcionarios públicos. Durante la corta gestión de este paladín neoliberal el desempleo y la pobreza se han incrementado radicalmente. La primera acción del gobierno de Macri fue transarse con los fondos buitres que por años estuvieron rapiñando sobre los recursos financieros de Argentina. En este país se prepara un paquete privatizador, que va desde la educación hasta las aerolíneas. Para rematar, Macri ha enfilado su descarga de odio y venganza, en una cruzada de persecución judicial, contra la presidenta Cristina e incluyó, en su persecución neofascista, a la propia presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Hebe Bonafini, la cual fue protegida por el enfurecido e indignado pueblo argentino. Un futuro bien sombrío se aproxima.
Paraguay:
El gobierno del Paraguay está dirigido por el Partido Colorado, de orientación conservadora y liberal, para más señas. Entre sus filas estuvo el sanguinario dictador Alfredo Stroessner, casi nada. El presidente Horacio Cartes, representa cabalmente los intereses de la más rancia oligarquía paraguaya, dirigida por empresarios, terratenientes y grandes ganaderos. En el currículo de Cartes (más bien parece un largo prontuario policial) destacan variados casos de estafa bancaria, lavado de dinero, paramilitarismo y corrupción. Resalta también su predilección por la apropiación de tierras, tema de elevada conflictividad y que fue la excusa de la extrema derecha paraguaya para ejecutar el golpe de Estado contra del Presidente Fernando Lugo en el año 2012.
Hemos visto la dudosa estirpe “democrática” de esta derecha fascista, la cual quiere, mediante la coacción y el chantaje, presionarnos para obligarnos a seguir el ejemplo “colorado”, entrar por el carril de “la vía más conveniente para la solución de sus problemas internos”, eso sí, irrespetando nuestra soberanía, nuestras instituciones y desconociendo las acciones criminales ejecutadas por la derecha fascista venezolana.
Ya tenemos idea de quienes son los inmorales personajes que acosan y hostigan a nuestro país. Temer, Macri y Cartes persistirán, por órdenes directas de Kerry, en su plan siniestro para seguir desconociendo la presidencia pro tempore de Venezuela.
Nosotros nos mantenemos con la moral en alto. Enfrentando día a día las adversidades generadas por la oligarquía criolla. Vamos a seguir defendiendo nuestra soberanía y todos nuestros derechos en el Mercosur.