Opinión
La otra guerrita
Culpa de esta serían el grifo roto en la escuela de Cabruta
El comandante Chávez puso un parao a los funcionarios que, para adularlo, le anteponían a todo el vocablo “socialista”, desde a un “policía acostado” hasta a una venta de chinchurria. Hoy pretenden hacer igual con el presidente Maduro, al achacar toda ineptitud o flojera a una ubicua “guerra económica”. Culpa de esta serían el grifo roto en la escuela de Cabruta, el hueco rebelde en la entrada de Orituco, la alcantarilla fatigada de Humocaro o el perro muerto en la troncal 9.