La forma en que comes revela tu personalidad
Si estás buscando conocer a una persona más a fondo, invítalo a comer.
La forma de comer revela la personalidad y te puede dar un panorama más amplio de quién es realmente la persona con la que estás, según la coach y autora de "Eat Right for Your Personality Type", Karen Knowler.
Comes lento: se caracterizan por pasar su tiempo disfrutando la comida y no tiene apuro en terminarla. Las personas que comen así disfrutan de cada momento de su vida. Disfrutas el presente y no te gusta arriesgarte a lo desconocido.
Comes rápido: eres el tipo de persona que intenta comerse la comida lo más rápido posible, sin masticarlo todo por completo si es necesario. Eres excelente realizando distintas actividades y cumplida en tu trabajo. En las relaciones sueles poner las necesidades de los demás antes de las tuyas.
La quisquillosa: cuando se trata de comida, siempre tienes una serie de requerimientos. Cada vez que sales a comer tienes mil preguntas y especificaciones para el pobre mesero. Eres una persona muy inquisitiva y no tienes miedo a preguntar o a buscar más conocimiento.
La aventurera: te encanta probar comida nueva y cambiar de aires. Te gusta tomar riesgos y muchas veces esto tiene su recompensa. En el trabajo no te da miedo proponer una idea importante. Sólo ten cuidado de no poner presión en los demás para que actúen igual que tú.
La que separa: sueles comer sólo un tipo de comida por turno y te aseguras de terminar cada alimento antes de seguir con el siguiente. Esto es típico de alguien detallista. Si bien a algunos les extrañan tus métodos, en el fondo eres alguien muy cuidadosa en sus relaciones personales y profesionales.
La que mezcla: te encanta mezclar toda tu comida junta y conseguir un poco de cada cosa en cada bocado. Es típico de las personas fuertes y capaces de soportar mucho. A veces, te comprometes demasiado.
La ruidosa: eres la típica que hace ruidos mientras come y no te importa si eso te hace quedar mal. Eres una persona directa y abierta, lo cual puede molestar a algunos.
La organizada: te gusta cortar y preparar toda tu comida antes de comenzar a comerla. Siempre lo piensas todo por adelantado y evalúas cómo cada movimiento te llevará al siguiente. Ten cuidado de no matar las sorpresas de la vida con tu excesiva preparación y disfrutar el presente.
La temerosa: dudas que el lugar donde come se tenga buenas medidas de higiene, revisas que en los alimentos no tengan ninguna sorpresa desagradable (animalito, un cabello). Tienes que aprender a confiar más y soltarte para que disfrutes no sólo de lo que comes sino de todo lo que te estás perdiendo día con día.
La controladora: eres tan organizada para comer, que ni siquiera quieres mezclar distintos tipos de comida en el mismo plato. Te gusta mantener las cosas pulcras y bien hechas, por lo que evitas las situaciones complicadas. Ten cuidado de que tus listas de cosas por hacer no te estresen demasiado.
La vanidosa: quien come contigo te puede llegar a alucinar porque TODO lo que pides debe ser sin grasa, sin aderezos, tener bien medidas las porciones de lo que pides y si no hay verduras o algo verde, te puedes poner muy de malas. Relájate y piensa que no sólo lo que comes te puede hacer engordar, si llevas una rutina de ejercicios bien puedes darte ciertos lujos.