La canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles: Un hito espiritual en Venezuela
El próximo domingo 19 de octubre, la Iglesia Católica celebrará un acontecimiento histórico: la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, quienes se convertirán en los primeros santos de Venezuela. Esta ceremonia, presidida por el Papa León XIV en El Vaticano, será seguida con fervor en todo el país, donde se han programado diversas actividades ecuménicas y culturales.
La emoción por este evento ha permeado a diversos sectores de la sociedad venezolana. El presidente Nicolás Maduro ha calificado la canonización como un acto de justicia espiritual, resaltando que el Papa Francisco ha cumplido su promesa de elevar a los altares a dos figuras emblemáticas de la fe nacional.
La canonización no solo destaca la importancia de estos santos, sino que también abre la puerta a la aspiración de 18 venezolanos y extranjeros que actualmente tienen el título de siervos de Dios, venerables o beatos. José Gregorio Hernández, conocido como el «Médico de los Pobres», nació en Isnotú, Trujillo, en 1864. Dedicó su vida a la medicina y al servicio de los más necesitados.
Por su parte, la Madre Carmen Rendiles, nacida en Caracas en 1903, fue la fundadora de la Congregación Siervas de Jesús, dedicándose a la formación espiritual y al servicio de la Iglesia. Para entender la conexión de los venezolanos con José Gregorio Hernández, fue realizada una encuesta digital en la que participaron 506 personas.
Los resultados revelaron que el 77,7% de los encuestados se identifican como devotos del «Médico de los Pobres». Además, el 42,3% afirmó haber tenido experiencias o manifestaciones relacionadas con él, cifra que se eleva al 51,9% entre los devotos. La encuesta también mostró que el 50% de los participantes conoce a alguien que ha sido favorecido por la intervención divina de Hernández, con un 59,8% de los devotos reconociendo tales casos.
Finalmente, el 74,9% de los encuestados ha pedido un milagro o ayuda al nuevo santo, destacando un 91,65% entre los devotos. Este fervor religioso no solo celebra la canonización de dos figuras importantes, sino que también refleja una conexión profunda entre el pueblo venezolano y su fe, simbolizando esperanza y unidad en tiempos desafiantes.
