Justicia Suiza reactiva sanción por dopaje a Paolo Guerrero
La justicia suiza revocó el recurso que suspendió la sanción por dopaje, mediante la cual se le permitió jugar en el Mundial 2018 a Paolo Guerrero, por lo que no podrá jugar en los próximos 8 meses en su reciente fichaje en el Internacional de Porto Alegre.
La carrera del jugador estrella proveniente de Perú ha estado con múltiples altibajos desde que el pasado noviembre una prueba ante dopaje revelará la presencia de un metabolito de cocaína, una sustancia prohibida en la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), razón por la cual se le imputó una sanción de un año.
Sin embargo la FIFA redujo la sanción a 6 meses para que le permitiera volver a tiempo para disputar el Mundial junto su selección, pero al llegar a la cancha en mayo, el Tribunal Arbitral de Deporte (TAS) amplió la sanción a 14 meses, lo que dejaba sin esperanzas de Mundial a Paolo.
Aún así éste se dirigió a un Tribunal Federal de justicia ordinaria en Suiza, el cual apeló por éste y revocó provisionalmente la sanción para que el peruano pudiese acompañar a su selección en la copa del mundo.
Ahora, la justicia suiza revocó el efecto suspensivo de la pena, que deberá cumplirse en su totalidad, informó el sitio Globo Esporte. Como Guerrero ya estuvo apartado seis meses de las canchas, deberá cumplir los otros ocho de castigo. Varios medios apuntan a que a esta decisión ya no le cabe recurso. Los abogados del jugador no se han manifestado por el momento.
El nuevo club con el que iba a debutar el próximo domingo dijo a través de sus redes sociales no haber recibido ningún comunicado oficial que dictara que Guerrero no pudiese jugar. De igual manera indicaron que “el acuerdo realizado con el jugador trae protección contractual para ambas partes” y que el club dará “todo el soporte jurídico necesario” a Paolo.
El jugador proveniente de Perú, se formó en Alianza Lima y con 18 años se mudó a Europa, donde jugó en los clubes alemanes Bayern Munich y Hamburgo. En 2012 desembarcó en Brasil para vestir la camiseta del Corinthians, donde se convirtió en uno de los ídolos de la hinchada, y en 2015 fue transferido en una sonada operación al Flamengo, del que se despidió hace apenas diez días.
