Jorge Lorenzo culpa a Marc Märquez de su caída
"Marc (Márquez) ha destrozado mi carrera, mi pie y probablemente mi participación en Tailandia”. Con esta sencilla frase Jorge Lorenzoexpuso claramente su situación tras la caída sufrida en la primera curva del Gran Premio de Aragón. Lógicamente, el enfado de Lorenzo es monumental, porque en solo una curva se arruinaron todas sus posibilidades en Motorland después de hacer la pole, y además está en riesgo su participación en el próximo gran premio.
Marc Márquez, por su parte, explicó también de una forma muy simple lo sucedido. “He frenado por la zona sucia y se me ha bloqueado de delante. Es cierto que aquí cuando vas a la zona sucia, patina mucho. Son lances de carrera y cuando vas a la zona sucia tienes que tener la sangre fría de no abrir gas a tope”, comentó al respecto de su ajustada entrada en la primera curva.
#MotoGP Así fue la caída de Jorge Lorenzo en el arranque del Gran Premio de Aragón pic.twitter.com/24NuR8jaBB
— Desde El Paddock (@desdeelpaddock_) 23 de septiembre de 2018
Es cierto que Márquez, al ganar el interior de la curva, en buena medida porque hizo una mejor arrancada que el mallorquín y su compañero Andrea Dovizioso, que estaban por delante de él en la parrilla –la posición de pole está en el lado exterior de la pista–, ocupó el hueco y llevó a Lorenzo a la zona sucia de la pista en la primera frenada, pero también es verdad que es una maniobra común, habitual, incluso podemos decir que lógica cuando se quiere ganar la primera posición tras la arrancada, y más cuando la línea de salida está tan cerca de la primera curva como lo está en Aragón.
En esa situación, a Lorenzo solo le quedaban dos opciones: abrirse y perder terreno o aguantar, con el riesgo de entrar demasiado inclinado en la zona sucia. Lorenzo aguantó y abrió gas, con determinación, en un punto en el que la electrónica y el control de tracción son incapaces de salvar al piloto en caso de error.
El propio Lorenzo, durante su comparecencia ante la prensa quejándose de la maniobra, reconoció implícitamente su error de optar por lo segundo al decir que para evitar que le pasaran cuatro o cinco pilotos tuvo que "abrir gas con la moto inclinada en la zona sucia”.
Lo cierto es que Márquez también llegó a la zona sucia, por delante de todos, y salió pisando huevos, confiando en que nadie lo superara y con una goma más blanda que, quizás, le dio mejor tracción en una situación tan crítica. Lorenzo, con el neumático duro, se quedó descolocado y fuera de su trazada natural.
El resultado de esto, vulgarmente conocido como lance de carrera, fue la lesión de un piloto. Eso es lo único que hay que lamentar. Desgraciadamente no ha sido la primera ni será la última maniobra de estas características que nos podemos encontrar en un inicio de carrera, cuando todo el mundo intenta encontrar su sitio y posicionarse.
No hay que poner ejemplos, pero creo que cualquiera es capaz de recordar un incidente similar con semejantes consecuencias.
Lorenzo, con toda la razón del mundo, está dolido, y solo el dolor es capaz de provocar declaraciones tan impropias de él. “Sólo espero que venga a pedirme disculpas y que no me lo haga más, porque si no voy a tener que pilotar de una manera que no me gusta”, dijo.
JORGE LORENZO tras la caída
"Sólo espero que Marc venga a disculparse, a saber cómo estoy y sobre todo que no me lo vuelva a hacer. Si me revienta la pierna al menos que se le diga algo. Que no me lo haga más, sino tendré que pilotar de una manera que no me gusta" pic.twitter.com/w9CziEeppl
— Carrusel Deportivo (@carrusel) 23 de septiembre de 2018
Hay que entenderle. ¿Cómo reaccionaría cualquiera en su situación? Puede que en estos momentos haya otra persona más con dolor, con dolor de cabeza, y es Alberto Puig, gracias a este anticipo de lo que puede llegar a pasar la próxima temporada con estos dos gallos en Honda. Lo último que desea tener es un par de pilotos enfrentados, pero estoy convencido que la serenidad de ambos impedirá que esto vaya a más.
La maniobra de Márquez es consecuencia de la estrategia de carrera. Era imprescindible para él evitar la fuga de Lorenzo y Dovizioso, y todo pasaba por encabezar en las primeras vueltas el pelotón, parar la carrera e intentar rodar a un ritmo lento. Por eso atacó sin contemplaciones en la primera curva.
En Motorland, los pilotos de MotoGP estaban obsesionados con la gestión de los neumáticos. Estaba en boca de todos, y la mayoría optó por el compuesto duro, que aseguraba unas prestaciones constantes a final de carrera a pesar de la elevada temperatura de la pista. Aplicaron un ritmo lento a la competición. Sorprendiendo a todos, Márquez eligió el compuesto blando que no había probado en condiciones de alta temperatura.
Los pilotos siempre dan más información de la que parecen ofrecer, lo que sucede es que hay que saber escucharles. El sábado, Dovizioso dijo que el uso del neumático en las primeras cinco vueltas sería clave para el desarrollo de la estrategia de carrera.
Un comentario que no cayó en saco roto para Márquez, que le dio pistas, y que dio pie a asumir riesgos. Su caída en el ‘warm up’, con un compuesto duro, le ayudó a decidirse. Rodaba rápido con ese neumático, pero no conseguía encontrar el límite, mientras que el blando le transmitía más información. Por eso, contra la opinión de los suyos, decidió montar el blando y sorprendió a todos. Eso implicaba una nueva estrategia de carrera.
Márquez dijo que no le importaba perder puntos en Aragón. Cómo ha madurado, pensamos. Pero no podía dejarse comer más terreno, no casa
¿Y qué pasó? En las primeras vueltas se rodó a un ritmo lento, muy lento, que dio pie a que se llegara a formar un trenecito de pilotos. Todos querían conservar los neumáticos. Y ese planteamiento fue perfecto para Márquez. Dovizioso se encabezó el pelotón y marcó el ritmo.
En la séptima vuelta apretó y descolgó a unos cuantos, y seis vueltas después, superado el ecuador de carrera, hizo lo mismo. Y a cada impulso de Dovizioso, Márquez siempre respondió, cediendo metros al principio y recuperándolos de forma progresiva, sin castigar su goma, porque sabía que el final sería apretado.
Seguramente la historia habría sido bien diferente con Lorenzo en cabeza, abriendo el pelotón, porque es más que probable que el mallorquín intentara fugarse aplicando un ritmo más fuerte desde el inicio, un planteamiento al que Márquez, con el neumático blando, no podría haber hecho frente sin castigar esa goma y comprometer sus aspiraciones en el final de carrera.
Dovizioso fue constante, pero demasiado conservador, y eso le dio aire a Márquez. Otra clave fue el tramo de curvas anterior a la recta trasera. Era fundamental para Márquez hacerlo en cabeza –sus frenadas en la curva 12 resultaban increíbles– o, al menos, incomodar todo lo posible a Dovizioso para que no saliera en buenas condiciones a la recta, donde la aceleración de la Ducati era superior, aunque la Honda progresaba más a partir de la cuarta velocidad.
La primera vez que Márquez consiguió aguantar toda la recta por delante de Dovizioso fue en la antepenúltima vuelta. A pesar de los ataques de Dovizioso en la siguiente, Márquez tuvo todo bajo control hasta el final. En los días previos dijo que no le importaba perder puntos en Aragón. Le creímos; cómo ha madurado, pensamos. Pero no podía dejarse comer más terreno, no en Aragón, nunca en casa. Claro que ha madurado, y nos ha dado una lección de estrategia y valor.